Querido Amigo:
Cada uno de nosotros ha sido creado por Dios con carismas diferentes que nos hacen únicos e irrepetibles.
Tenemos formas distintas de ver el mundo y de apreciar a nuestros semejantes.
Al verlos actuar, a veces, de manera tan diferente, nos sentimos en la obligación de involucrarnos, de acuerdo a lo que nuestros principios y valores nos indican.
Pero ello, no siempre es lo correcto. Pues no podemos dejar de respetar su deseo de vivir esta vida de conformidad con sus propias creencias.
Lo único que es común a todas las personas, es su necesidad de ser reconocidos y apreciados, tal como son.
El amor, entendido como la manifestación de servir, sin esperar nada a cambio, es lo que nos permite ayudar a cambiar para bien.
Sin discursos ni argumentos. Solamente dando compañía y comprensión. El resto lo hace Dios, gracias a nuestra oración, movido por el amor que pueda gererar nuestro amor por Él y nuestros hermanos.
Haz la prueba y verás como, en medio de las diferencias, podemos disfrutar de los amigos y de los cambios que llegarán. No por nuestro empeño en lograrlos, sino por el maravilloso milagro que se alcanza cuando las cosas se hacen solo por amor.
Con cariño
Jairo
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