Energía nuclear en Colombia, ¿una realidad lejana?
Esa tarde me reía nerviosamente de mí mismo cuando parpadearon las luces después de ver aquel rayo caer sobre los cerros orientales a través del gran ventanal. Mientras tanto, estaba sentado en un cómodo sillón esperando el llamado a sala de cirugía en el séptimo piso de una clínica en Bogotá. Lo que me aterraba no era el trueno, sino pensar en aquellas cosas que pueden fallar en una cirugía, mi reacción a la anestesia general o un fallo en la energía que alimentaba el lugar. Y es que “hasta al mejor panadero se le quema el pan”, como dicen por ahí, porque al ser profesor en temas de energías renovables sé que en cualquier momento ese vital recurso puede fallar, por más planta eléctrica que pueda tener la clínica donde me encontraba.
Como lo digo en mis clases y en mis charlas: “La energía hoy en día lo es todo en nuestro quehacer diario, pero desafortunadamente no todos tenemos el privilegio de la misma”. Petróleo, hidroeléctricas, energías renovables y algunos otros temas relacionados a este recurso se toman los periódicos colombianos. Sin embargo, antes de entrar en controversia o volver a mis miedos, es importante conocer un poco acerca de este recurso que hoy en día tiene a Colombia en muchos, pero muchos debates.
La energía está en todos y todas, cada átomo de nuestro cuerpo contiene energía y créanme que tenemos muchos. El cuerpo humano tiene aproximadamente 6.7 1027 átomos, eso es un 6.7 con 27 ceros a la derecha. Pero tranquilos, no somos bombas atómicas deambulando por el mundo siendo más peligrosos que los zombis de ‘The Walking Dead’. En realidad, tan solo tenemos unos 0.09 gramos de uranio 238, que es el que se utiliza en la producción de energía nuclear a partir de fisión, y también algún par más de microgramos de otros elementos radiactivos como torio o tritio.
“La energía hoy en día lo es todo en nuestro quehacer diario, pero desafortunadamente no todos tenemos el privilegio de la misma»
Algunos países producen energía eléctrica a partir de átomos y aunque hablar de una central nuclear es científicamente un tema apasionante, solo les dejo un abrebocas contándoles que se utiliza la fisión nuclear para calentar agua y con ese vapor producir energía eléctrica. Mejor dicho, es una olla a presión de última tecnología. Actualmente,
el mundo cuenta con 448 reactores nucleares en operación, produciendo un 11.5 % de la electricidad mundial, sabiendo que la electricidad es uno de los tipos de energía que más usamos.
Aunque no lo crean, la energía nuclear garantiza el abastecimiento eléctrico y frena las emisiones contaminantes, pero es una tecnología llena de prejuicios; el principal de ellos, sin duda alguna, son los residuos radiactivos. Esto lo llena de detractores. Ya lo decía aquel científico famoso que todos conocemos: “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.
Pero tranquilos, en Colombia estamos lejos de producir energía eléctrica a partir de fisión nuclear, aunque contamos con un pequeño reactor tipo TRIGA, entregado por la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) en 1965 y que funcionó hasta marzo de 1998, cuando se liquidó el Instituto de Ciencias Nucleares y Energías Alternativas. Sin embargo, este reanudó operaciones en 2005 solo como material de investigación y pruebas, no para producción de energía eléctrica.
Mientras tanto, acaba de caer otro rayo, volvieron a parpadear las luces y mientras la enfermera me pone otra bolsa de suero le pregunto por mi momento de pasar a cirugía. Ella responde con una singular sonrisa: “Tranquilo, señor Leonardo, no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza”.
Leonardo Rodríguez U. Gerente de Investigación y Transferencia Universidad Ean
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