Universidad Jorge Tadeo Lozano, con el chip de la seguridad activado
¿Cómo proteger la información de los estudiantes y no perder agilidad en los procesos?
El 5 de febrero de 1954 los doctores Joaquín Molano Campuzano, Javier Pulgar Vidal y Jaime Forero Valdés fundaron la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano con el firme propósito de formar nuevas generaciones “con una conciencia plena sobre el valor inconmensurable de los recursos humanos y naturales”; para esto se propusieron como principal objetivo continuar la obra cultural y científica comenzada por la Expedición Botánica. Se utilizó el nombre de Jorge Tadeo Lozano al ser uno de los expedicionarios quien se caracterizó por sus logros académicos y científicos.
La Universidad abrió sus puertas en 1955 con tres facultades: Facultad Indoamericana de Recursos Naturales, Facultad de Geografía, Cartografía y Topografía, y Facultad de Economía, Estadística y Administración.
Para 2015, la oferta académica se distribuye en cuatro grandes facultades: Ciencias Naturales e Ingeniería, Artes y Diseño, Ciencias Económicas-Administrativas, y Ciencias Sociales, que a su vez incluyen un total de 26 programas de pregrado, 2 tecnológicos, 16 especializaciones, 14 maestrías y 2 doctorados.
Durante los últimos años la Universidad ha ampliado su planta física con la construcción de importantes edificios y espacios públicos que aportan a la ciudad y, especialmente a la zona del centro de Bogotá, un ambiente amable y cosmopolita.
Seguridad de la información, activo valioso para la Universidad
Al ser una institución de renombre y tradición en el país, la Universidad Jorge Tadeo Lozano siempre se ha preocupado por la seguridad de la información de sus estudiantes.
José Luis Valbuena, Jefe de Compras y Dotaciones de esta institución manifiesta que “la confidencialidad, seguridad e integridad de la información que se comparte ha sido la preocupación principal, dadas las nuevas opciones de registro de información en las múltiples herramientas digitales de la Universidad”.
Ante este panorama, la entidad educativa contrató los servicios de Certicámara inicialmente en 2007, cuando adquirieron el certificado de servidor seguro (SSL) para proteger su sitio web y la información allí contenida. En el 2014, usaron por primera vez la plataforma de subasta inversa electrónica, con la que hicieron la adquisición de un lote de equipos para la institución. “El resultado fue muy exitoso, ya hemos usado este mecanismo por dos años consecutivos”, apuntó Valbuena.
Dado que en la práctica la Universidad almacena o produce sustancias químicas para sus investigaciones científicas, debieron también hacer uso de las firmas digitales a fin de autenticarse frente al Sistema de Información para el Control de Sustancias y Productos Químicos – SICOQ. De esta manera, Certicámara también ha sido clave en la emisión de las firmas digitales necesarias para solicitar la respectiva autorización en el uso de los productos químicos requeridos que demanda la Institución.
A propósito, en 2015 la Universidad adquirió los certificados de firma digital de Certicámara con los que hicieron la expedición y el registro de productos químicos controlados en el sistema SICOQ del Ministerio de Justicia y del Derecho. De lo anterior, la institución destaca que el uso de las firmas digitales y los procesos de subasta electrónica certificada responden satisfactoriamente a las nuevas dinámicas legales y comerciales a las que está ligada.
Prevenir es mejor que lamentar
Frente al temor constante que existe hoy por posibles robos de la información personal alojada en la web, la Universidad ha querido blindar sus plataformas electrónicas para proteger su razón de ser: los estudiantes.
“Los alumnos son los principales beneficiarios, ya que podemos garantizar que sus datos están protegidos y que se procura evitar su pérdida o hurto por parte de personas malintencionadas; la mejor opción es el uso de las tecnologías de la información”, ratificó José Luis Valbuena. Definitivamente los certificados de servidor seguro – SSL, emitidos por Certicámara, han logrado el objetivo planteado por la institución.
De otra parte, el impacto que ha generado el uso de la plataforma de subasta electrónica se ha visto reflejado en beneficios económicos importantes. Para la institución es de vital importancia garantizar la transparencia tanto para los proveedores invitados como para las áreas de control interno de la Universidad que vienen participando en la subasta.
Para la Universidad Jorge Tadeo Lozano, adoptar buenas prácticas en materia digital ha sido un continuo aprendizaje con el que han logrado estar a la vanguardia de otras entidades de educación superior.
“El alto grado de seriedad que se requiere para administrar y soportar los procesos digitales es uno valores agregados de Certicámara, en momentos en que se requiere seguir trabajando para aumentar la confianza de las empresas en el uso de este tipo de herramientas tecnológicas”, destacó José Luis Valbuena respecto a la relación con Certicámara en la implementación de nuevos mecanismos de seguridad para el bienestar de la Universidad.
Certicámara
Artículos de contenido técnico-jurídico sobre seguridad informática, comercio y gobierno electrónico, dirigidos al sector público y privado, y en general a consumidores digitales y usuarios finales. Los textos son escritos por expertos profesionales en Derecho y Tecnologías de la Información.
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