Preparación de estados financieros en tiempos de pandemia
PREPARACION DE ESTADOS FINANCIEROS EN TIEMPOS DE PANDEMIA – (La Hipótesis de Negocio en Marcha)
Por: CP Alexander Camargo M. Colaborador de Auditool
Con el propósito de brindar apoyo a los administradores y auditores de las empresas, queremos compartir con ustedes algunos conceptos relacionados con la elaboración de los estados financieros de fin de ejercicio. Específicamente con el concepto:
Hipótesis de negocio en marcha
Las normas internacionales de información financiera requieren que, para la elaboración de los estados financieros, la gerencia efectúe una evaluación sobre la continuidad de la empresa como un negocio en marcha. A menos que se tenga la intención de liquidar la empresa o cesar sus operaciones.
El grado de detalle de las consideraciones que deben efectuar los administradores para realizar esta evaluación, depende de los hechos que se presenten en cada caso. La norma prevé que cuando la entidad tenga un historial de operaciones rentable, así como un fácil acceso a fuentes de financiación, la entidad puede concluir que la utilización de la hipótesis de negocio en marcha es apropiada sin realizar un análisis detallado.
El año 2020 es atípico para la mayoría de las industrias, un año en el que los administradores se han visto obligados a guiar a sus empresas a través de la tormenta que ocasionó el coronavirus COVID 19, que fue catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una emergencia en salud pública de importancia internacional, así como las originadas a partir de las respuestas de los diferentes gobiernos para atender esta pandemia.
Es decir que, en este año al realizar la evaluación de la hipótesis de negocio en marcha, en muchas empresas, la gerencia será consciente de la existencia de incertidumbres importantes relativas a eventos y condiciones que pueden aportar dudas significativas sobre la posibilidad de que la entidad siga funcionando normalmente. Caso en el cual, puede ser necesario que la gerencia antes de convencerse a sí misma de que la hipótesis de negocio en marcha es apropiada debe de ponderar una amplia gama de factores relacionados con la rentabilidad actual y esperada, el calendario de pagos de la deuda y las fuentes potenciales de financiación existente.
La evaluación sobre la continuidad del negocio en marcha exige a los administradores considerar toda la información disponible sobre el futuro de al menos 12 meses y ponderar factores que afectan la rentabilidad, la liquidez, la estabilidad de las fuentes de financiamiento y el cumplimiento del marco legal o regulatorio. En el análisis de la continuidad del negocio en marcha se deben evaluar conjuntamente los factores que crean una duda sobre la continuidad y las circunstancias que pueden mitigar estas dudas.
Si, efectuada esta evaluación, la administración llega a la conclusión de que existen incertidumbres materiales relacionadas con acontecimiento o condiciones que ponen en duda la capacidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha, esas incertidumbres deben ser reveladas.
La pregunta ahora de los administradores es: ¿qué debo tener en cuenta al llevar a cabo la evaluación de negocio en marcha?
La verdad es que no hay procedimientos establecidos para una evaluación de negocio en marcha; sin embargo, la disponibilidad del efectivo es fundamental para la supervivencia de las entidades y la administración normalmente considera las previsiones del flujo de efectivo como un componente clave de la evaluación.
Dado que la nueva realidad nos aboca a un entorno que cambia rápidamente y el nivel de incertidumbre, la preparación de previsiones detalladas será difícil. Estas previsiones deben reflejar el entorno económico actual y la actividad reciente posterior al balance. (Hasta antes de su autorización para emisión)
Las pruebas de estrés inverso pueden ser útiles para mejorar la solidez de la evaluación del negocio en marcha, porque le permitirán a la administración explorar las maneras de mitigar los eventos que pueden hacer que el modelo de su negocio no sea viable.
Una lista de los asuntos que pueden considerar los administradores incluye:
- ¿Hasta la fecha, como se ha visto afectado el negocio por el COVID 19?
- ¿Cómo ha cambiado el modelo operativo? (Ej.: Los cambios en la operación de restaurantes)
- ¿Cómo se verá afectada la demanda de los productos o servicios de la entidad en los diferentes escenarios?
- ¿Cómo se verán afectadas las empresas de nuestra cadena de suministro?
- ¿Cómo se afectan los resultados por los nuevos costos asociados por el manejo de la pandemia? (Ej.: Aumento en costos de suministro, trabajo en casa, sanciones por pagos incumplidos, renegociaciones, etc.)
- ¿Cómo está la salud financiera de nuestros clientes?
- ¿Podemos cumplir con los pasivos corrientes? ¿Podemos renegociar con los proveedores?
- ¿Hemos aprovechado las ayudas del gobierno? ¿Por cuánto tiempo se prevé contar con estos recursos?
- ¿Cómo es nuestro acceso a financiamiento adicional?
- ¿Cuáles serán los términos de renegociar los prestamos?
- ¿Si la entidad forma parte de un grupo, puede el grupo continuar proporcionando soporte financiero?
- ¿La entidad está en riesgo de incumplir algún convenio de un préstamo?
- ¿Cómo afectará la operación, si se presentan nuevos rebrotes y las consecuentes medidas de distanciamiento social por varios periodos?
- ¿Qué forma de recuperación económica se espera en nuestra empresa? (Rápida en forma de V, Lenta en forma de L, o si los rebrotes generan una en forma de W)
- Los cambios en el gusto de los consumidores (¿El trabajo en casa llego para quedarse?)
Con este artículo esperamos ayudar a los administradores en la elaboración de los estados financieros de las entidades y se basó principalmente en la experiencia del autor, la NIC 1, las orientaciones del consejo técnico de la contaduría, la Guía de orientación contable de la Superintendencia de Sociedades y las guías del icaew.
CP Alexander Camargo M
Contador Público, CFCS “Especialista Certificado en delitos financieros”, Especialista en Control Interno de la Universidad Militar Nueva Granada, con Maestría en Gestión Integral del Riesgo de la Universidad Externado de Colombia (Pendiente Tesis). Con más de 25 años de experiencia en procesos de aseguramiento y consulta en empresas de diferentes sectores de la economía, adquirida en firmas internacionales de auditoria, KPMG y CROWE. Actualmente CEO de C&G Auditores y Consultores Ltda. www.auditorescyg.com
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