![Foto del autor: Jairo A. Trujillo Amaya](https://blogs.portafolio.co/carta-de-gerencia/wp-content/uploads/sites/31/2016/07/image1-200x200.jpeg)
Continuando con las preguntas planteadas por Gustavo Moreno Montalvo en su columna del 18 de enero en el diario La República:
(https://www.larepublica.co/analisis/gustavo-moreno-montalvo-2565659/diez-preguntas-para-los-aspirantes-4039462)
Trataremos de responder hoy, la segunda que dice así:
2. ¿Qué se propone para que el Estado tenga papel efectivo en la tarea de acabar con la pobreza, reducir la desigualdad y rescatar los rincones olvidados de la patria?
El tema, como todo lo que pregunta Gustavo, es complejo por las circunstancias del país, pero, además, porque corresponde a un mundo que se sobrepone a los conceptos macroeconómicos que son uno de tantos medios que, quien fija los derroteros estratégicos para responder al respecto, tendrá que contemplar.
Tiene que ver el tema, por la forma como se plantea, con tres aspectos importantes y trascendentales para poder llevar el país a una situación de viabilidad con bajo riesgo, en contraposición a lo que hoy existe y que bien se resume en reducir la pobreza, la desigualdad y el desbalance en el nivel de desarrollo que se evidencia en todas las regiones del país donde la desigualdad social y, por supuesto, económica, se siente, si contrastamos las regiones ligeramente más apartadas el país, que no distan mucho de las que se aprecian entre las zonas marginales de las ciudades y las que solemos llamar residenciales.
– La pobreza.
Se manifiesta en el estilo de vida que muchos habitantes del país tienen y que no corresponden a lo que comúnmente se entiende como una vida digna. Es un aspecto que no tiene que ver con comparar cómo viven los pobres de hoy en día con respecto a las condiciones que tenía cientos o miles de años atrás. Se refiere a lo que, en términos de la civilización actual, se consideran como los derechos fundamentales del individuo que, a su vez, son los más bajos de la escala de Maslow. La alimentación, la salud, el techo y la educación, son carencias que, generalmente, afectan a esa gran población pobre a la que el Estado colombiano no le ha brindado acceso suficientemente digno. Los medios para alcanzar estos servicios básicos tienen que ver con el acceso al trabajo con remuneraciones adecuadas al nivel de reducción de pobreza que se propone en el programa de gobierno. En el caso de la población con discapacidad, la oferta de oportunidades de trabajo apropiadas a la situación particular de cada persona y el conjunto de subsidios necesarios para los que no pueden trabajar, son temas que debe abordar el Estado en su calidad de protector de la población más vulnerable.
El propósito de reducción de la pobreza se logra con la generación de empleo que el gobierno puede resolver creando programas de inversión en infraestructura en todos los frentes que se hacen necesarios para que las personas, emprendedoras o empresarios consolidados y con experiencia, puedan desarrollar su actividad económica y mercantil libremente, de conformidad con los mercados que cada uno considera que puede atender con eficiencia y dentro de principio éticos y morales que correspondan, orientados a incrementar el bienestar de las personas, de conformidad con una ética de mínimos que asegure el respeto, la colaboración, la solidaridad y la convivencia de todas, sin excepción.
Lo anterior conlleva el entendimiento, por parte de los líderes del gobierno de turno, del universo claro de oportunidades que significan para los empresarios de un país, estar integrados de manera internacional, de tal forma que las oportunidades de venta de productos y servicios que los empresarios producen puedan comercializarse con un conocimiento clave de todos los actores del proceso de las diferentes culturas de las sociedades a las que se van a aintegrar económicamente, con conocimiento, muy claro, de su cultura (principios y valores) que no solamente deben respetar, sino también entender, para poder aprovechar las oportunidades, que, si esto se da, se van a presentar.
Lo anterior exige un manejo macroeconómico adecuado que estimule y oriente a los emprendedores y empresarios en esta dirección y que se promueva un sistema financiero competitivo con referencia a los estándares internacionales, para apalancarlo debidamente. No es un tema, simplemente, de ideas y propósitos. Es un tema de acción inmediata y ordenada en procura de alcanzar los medios para lograrlo. En esto, el Estado es actor principal cuando gestiona proyectos de infraestructura que permita la reducción de costos en los procesos de distribución interna, facilitando la eficiencia en la actuación de los actores con la correspodiente reduccion de costos, con base en una infraestructura de transporte y comunicaciones adecuadas para colocar mercancías en puertos terrestres, marítimos y aéreos a costos competitivos a nivel internacional. Y, si me preguntan, por dónde empezar, yo diría que por la infraestructura de comunicaciones aéreas, acuáticas, terrestres y digitales; la Implementación de servicios de energía a muy bajo costo con las diferentes opciónes de generación que se presenten en función de la mayor eficiencia para la plena satisfacción en las instancias de producción y del consumidor final; los servicios de suministro de educación y salud necesarios para lograr que todos los involucrados en los procesos de producción nacional que se demandarán en el futuro, cuenten con la formación y los valores apropiados para actuar en favor de estos propósitos de desarrollo esenciales.
– La desigualdad.
Se deriva de muchas de las causas que se evidencian en la generación de la pobreza y las soluciones se van dando en la medida de las posibilidades de desarrollo que tengan el sector empresarial y los programas de infraestructura del gobierno, lo vayan propiciando. Sin embargo, hay que resaltar algunos puntos.
En una economía de libre mercado se desarrollan y crecen las economías particulares de aquellos individuos que tienen la creatividad y el espíritu suficiente para liderar grandes empresas. ¿Qué pasa entonces con el resto de la población inmensamente mayor que la de estos grandes emprendedores que logran grandes desarrollla económicos?
Esa población está segmentada en grandes grupos sociales que muestran habilidades particulares diferentes que, a su vez, tienen la posibilidad de agremiarse de manera que se puedan lograr condiciones sociales y económicas para desarrollar sus actividades que, orientadas al bien común, permitan alcanzar mayores condiciones de bienestar, en la medida en que la economía se desarrolla, prestando servicios de diverso tipo a las empresas de los empresarios que los valorarán por su aporte a la gestión empresarial. Pero, por otro lado, hay una red de servicios que debe asumir el Estado, en la medida en que no genera rentabilidades suficientes para satisfacer a los empresarios, pero si son necesarios para mejorar las condiciones de vida de la sociedad como un todo. Allí hay frentes de trabajo también interesantes para estimular desde el Estado: la implementación de infraestructura y servicios sociales necesarios para mejorar sustancialmente el nivel de vida y de satisfacción de la población, el sistema de salud, la educación, la promoción del arte, la cultura y tantas cosas más que hacen de una sociedad, el ambiente apropiado para el desarrollo personal que no significa, para la mayoría de los individuos que la conforman, el aliciente de la igualdad económica, sino de un bienestar que facilite su desarrollo intelectual y espiritual a la medida de sus aspiración. Aquí van montados todos los ciudadanos, cada uno con sus propios anhelos y aspiraciones que en la medida de tener un Estado conformado por un liderazgo de personas dispuestas a alcanzarlo, harán de este país un país mejor.
El tema de la igualdad, no tiene que ver con lo económico . Es un tema de igualdad de oportunidades para poder lograr los propósitos materiales, sociales, intelectuales y espirituales que cada uno anhela y que no riñen contra el bien común, sino que, muy al contrario, lo estimulan.
Hablamos aquí de poder ser lo que cada uno quiere ser, cumpliendo los principios fundamentales de justicia, prudencia, fortaleza y templanza. Tan necesarios para vivir en paz.
– Los rincones olvidados de la patria.
Tiene que ver con la responsabilidad que asume quien lidera la dirección del Estado, para propiciar condiciones adecuadas para que lo que hemos expuesto en los puntos anteriores se ejecute también en la periferia del país. Estas zonas pueden verse favorecidas si el gobierno identifica las oportunidades de desarrollo que se dan en todas las fronteras de cuerdo a sus condiciones particulares que resultan de procesos de integración entre países colindantes. Si a esto se agregan todos los propósitos expuestos en los temas tratados sobre la pobreza y la igualdad, habremos puesto un cimiento muy solido para poder desarrollar también la periferia.
Jairo A Trujillo Amaya
Consultor
Direccionamiento y Estrategia Organizacional.
jairoatrujilloa@yahoo.com
+57 316 7407387
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