La pregunta del millón: ¿Cómo puedo ganar dinero con mi negocio online? Es cierto que no hay una receta mágica para conseguir que un negocio tenga éxito en Internet, tampoco fuera, pero sí que hay unos ingredientes básicos que deberíamos tener en cuenta y trabajar a fondo para asegurarnos de tener las máximas posibilidades de conseguirlo.
En la teoría, estos ingredientes pueden parecer obvios, pero la realidad es que en la práctica alguno de estos factores (o incluso todos) se pueden llegar a pasar por alto, perdiendo de vista en muchas ocasiones que un negocio en Internet no deja de ser un negocio.
Un buen producto o servicio con valor añadido y demanda
Tener un buen producto o servicio, de calidad y con valor añadido, es la misma base de un negocio, y esto vale para tanto dentro como fuera de Internet. Aquí no cambia nada.
Por mucho que el canal de venta sea distinto, en este caso, la Red, no hay que perder de vista que un negocio sigue siendo un negocio y que, de base, el éxito deberá estar sustentado en ofrecer un producto o servicio de calidad, con valor añadido para poder destacar entre la competencia, y por supuesto, con demanda.
¿Cubre ese producto una necesidad o soluciona un problema? Ésa es la gran pregunta que determinará si un producto o servicio, ya de partida, puede tener salida en el mercado.
Una web orientada a la conversión
De nada nos servirá tener el mejor de los productos o servicios si complicamos a nuestros usuarios la tarea de comprarlo. Simplificar al máximo el proceso de compra, garantizar una buena experiencia de navegación a nuestros usuarios y ayudarles a hacer todo lo que deben hacer para poder comprar es un factor determinante.
No hay que dar nada por hecho y hay que conseguir que el proceso sea sencillo y totalmente intuitivo y que el usuario entienda por qué tiene que hacer lo que le pides que haga. Define tus objetivos y haz que tu web responda a dichos objetivos, de principio a fin.
Hay quien todavía hoy tiene grandes resistencias a comprar online por la desconfianza: despeja desde el principio todas las inquietudes que puedan tener tus usuarios. Deja bien claro cómo van a poder pagar, cuándo y cómo van a recibir el producto, lo que les va a costar y cómo van a poder hacer una devolución en caso necesario.
Visibilidad en los buscadores
Un paso más: si tenemos un buen producto o servicio y una web cuidada y perfectamente orientada a la conversión pero no nos conocen y no nos ven, ¿cómo vamos a poder vender?
La visibilidad que en el mundo offline nos daría el hecho de tener nuestro negocio en una arteria comercial o en una zona muy accesible, en el mundo online pasa por conseguir esa visibilidad en los buscadores (y en Google principalmente por su liderazgo).
El mundo del posicionamiento ha evolucionado muchísimo en estos dos últimos años especialmente. Prácticas que antes eran perfectamente válidas para conseguir colarse en las primeros resultados de búsqueda, ahora corren el riesgo de llevarse una tarjeta roja por parte del todopoderoso buscador, que cada vez tiende a ser más humano. Eso sí, todavía no lo es 😉
Desde que empecé a interesarme, hace más de doce años, por todo lo que afecta al posicionamiento en Internet ha llovido mucho. Por muy duro que el buscador se haya puesto, lo cierto es que todavía hay margen de maniobra.
Hay prácticas o “trucos”, como los queremos llamar, con los que podemos acelerar de una forma importante el camino hacia las primeras posiciones de nuestra web, y que son los que, en base a mi propia experiencia, llevo años compartiendo en Vivir de la Red. Pero eso sí, siempre teniendo en claro cuál es el objetivo y qué nos podemos estar jugando: hay prácticas perfectamente válidas para posicionar ciertos proyectos y rentabilizarlos durante un tiempo, pero que conviene dejar al margen en el caso de un proyecto serio del que dependa la estabilidad de nuestros ingresos, como pueda ser una tienda online.
En medio de todo esto, a la hora de valorar nuestra estrategia de posicionamiento según el tipo de proyecto, siempre está el sentido común. Se puede trabajar el posicionamiento sin tener que bordear los límites. Y una de las mejores formas a día de hoy para conquistar al buscador y que nos empuje hacia arriba en sus resultados es el contenido. El buen contenido de calidad y de utilidad para sus usuarios, que al mismo tiempo queremos que sean los nuestros.
Lo cierto es que, al final, si no nos ven es como si no existiéramos y la realidad es que una gran mayoría de usuarios recurre directamente a los buscadores, para buscar directamente el producto o servicio y para buscar información sobre dicho producto, pero también para buscar por el mismo nombre un negocio en concreto en lugar de poner directamente la dirección de la página en el navegador. Y, aunque parezca mentira, hay negocios que no están posicionados en primera posición ni siquiera por el propio nombre de su marca, por lo que trabajarse la visibilidad, el posicionamiento en los buscadores, es igualmente determinante para facilitar que nos encuentren, tanto si nos conocen como si todavía no.
Pero vamos a lo mismo de antes: si conseguimos hacernos visibles, pero luego no tenemos un buen producto y no tenemos una web en condiciones tampoco nos servirá de mucho. Conseguiremos tráfico, pero no vender, que es al final de lo que se trata. Vender online consiste, como en todo, en trabajar todo en su justo equilibrio.
El proceso postcompra
Vale, el usuario ya ha efectuado el pedido, pero el proceso no acaba ahí ni mucho menos. Cuidar el servicio de atención al cliente, garantizar los plazos y las condiciones de entrega, cumplir a rajatabla con la política de devolución, solucionar dudas y atender reclamaciones,…
Son factores igualmente determinantes para conseguir que ese usuario que de momento nos ha comprado una vez quede totalmente satisfecho y para que podamos fidelizarlo con el objetivo de que mañana nos vuelva a comprar y que además nos recomiende.
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