¿Te has preguntado alguna vez qué es el Branding y por qué es tan importante?
Cuando piensas en tu marca quieres ofrecer una experiencia global al cliente, pretendes que te refleje de todas las maneras posibles, y por eso es fundamental que pienses en cualquier aspecto, por insignificante que parezca. Esto incluye desde tu logotipo, hasta tu página web, pasando por tus canales sociales. Es todo un cúmulo de elementos que tu cliente debe asimilar de la mejor forma posible.
Sin embargo, todo esto puede resultar un poco abrumador, el pensar que tu marca engloba tantísimas cosas al mismo tiempo, y que es posible que no lo puedas abarcar todo.
Resumiendo, tu marca tendrá la imagen que tu cliente perciba de ella
Es una obligación para ti saber qué imagen tiene de tu marca tu cliente, y, naturalmente, tienes que planificar una hoja de ruta, para llegar hasta este punto. El branding no crece como los árboles de un día a otro, es la imagen de tu empresa y debe contener un plan bien definido estratégicamente hablando.
Pese a la gran importancia que tiene el Branding, muchas empresas prefieren obviarlo, no se paran a pensar ni en cómo la percibe el cliente ni en cómo quiere que se perciba. Es un craso error.
El usuario que conoce una marca la compra, y si ésta es capaz de fidelizarlo repite. Tener una buena imagen de marca es asegurarte de que el cliente te relaciona con una necesidad, y en caso de tenerla tú vas a ser su primera opción.
Es fundamental contar con una identidad propia si quieres destacar sobre tu competencia. Piensa que internet es un mercado global, y en él tienes que diferenciarte del resto sí o sí.
Además, es tu imagen corporativa la que le dice al usuario qué clase de marca eres, transmite un mensaje muy claro en el que influyen todos los elementos presentes en la ecuación. Así que analiza todo esto un momento y piensa si el mensaje que estas enviando es el que quieres que tus clientes reciban.
Si tienes una imagen de marca, tiene que ser perfecta (o lo más perfecta posible) pero no solo para tus clientes, sino para las personas que trabajan contigo. ¿El motivo? Saber que tienen que responder y seguir esa imagen les hace saber cómo deben trabajar y crear las relaciones oportunas con los clientes.
En todo caso recuerda que tu branding debe ser recordado por todos, independientemente si compran o no. Por eso, todo lo que hagas debe obedecer a un objetivo claro: el empoderamiento y la mejora del branding. Una marca consistente es una empresa que alcanzará el éxito, ya que permite saber al usuario qué puede esperar de ella. La marca es una promesa, una relación idílica y perfecta entre tu empresa y tus posibles o futuros clientes.
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