¿Cuándo, la invención es mal negocio para el inventor?
¿Sabes quién fue el inventor de la bombilla eléctrica?
¿O quién fue el inventor del teléfono?
¿O quién fue el inventor del teléfono celular?
La gran mayoría de los lectores contestarían con nombre propio a las dos primeras preguntas, pero no sabrían la respuesta de la tercera pregunta.
Una minoría, contestaría a la tercera pregunta que el inventor del celular fue un ingeniero de Motorola, cuyo nombre no recuerdan.
Para los que no me han leído, este blog siempre ha hecho un gran énfasis en la importancia de las redes sociales como principal activo de las personas o las organizaciones; aclaro que cuando hablo de redes sociales, no me refiero a Facebook o Twitter, sino a las relaciones estables que una persona u organización de personas crea con sus clientes y proveedores.
Ahora volviendo al tema… ¿Qué tienen en común Thomas Alba Edison, Alexander Graham Bell y Motorola? Al contrario de lo que muchos piensan, no es la invención. De hecho, recientemente se ha rehabilitado la imagen de Antonio Meucci como el verdadero inventor del teléfono, así que aunque Alexander Graham Bell se benefició del teléfono, no fue su verdadero inventor.
Lo que tienen en común todos ellos, es la creación de redes.
Edison sabía que la bombilla eléctrica por sí misma no era más que un espectáculo científico sin aplicaciones prácticas, así que adicional al perfeccionamiento de la bombilla eléctrica, concibió las redes de alumbrado público y las redes eléctricas de las ciudades. Edison creó en sociedad con J.P. Morgan, la Edison Electric, que después sería la General Electric.
Antonio Meucci, inventor del teléfono, duró más de 100 años condenado al anonimato, mientras Alexander Graham Bell, quien creó la primera red de telefonía a través de la Bell Telephone Company, empresa que perdura hasta nuestros días, pasó a la historia y recibió toda la gloria.
Por otro lado Martin Cooper, inventor del Teléfono Celular, y Premio Príncipe de Asturias 2009 de Investigación Científica y Técnica, contaba a una cadena radial Colombiana, que cuando entró a trabajar para Motorola, le hicieron firmar un contrato con el que cedía todos los derechos de sus invenciones por un dólar.
En este momento la mayoría de la gente no recuerda quién es Martin Cooper. Sin embargo, muchos relacionan a Motorola con los inicios de la telefonía celular.
¿Qué lección nos dejan estos tres ejemplos?
Que quienes pasan a la historia no son los que aportan el conocimiento o la creatividad, sino los que construyen redes alrededor de una idea. No importa si estas redes son eléctricas, de telefonía, de consumidores, usuarios, proveedores o de personas dispuestas a dar la vida por un ideal.
Ese es el concepto que usaron los dos colombianos creadores de la aplicación Tappsi. Se dieron cuenta de que más allá del ingenio, creatividad, o conocimiento acumulados en la aplicación debían, para asegurar el éxito, construir una red de taxistas y clientes que tuvieran la aplicación.
Por eso decidieron entregarla gratuitamente durante el año 2013. Así lograron crear una masa crítica de usuarios, tanto taxistas como clientes, que probaron la aplicación, se dieron cuenta de su eficacia y eficiencia, y la recomendaron a otros. De esta manera se convirtieron en una de las aplicaciones líderes en descargas en Colombia durante 2013.
No fue sino hasta 2014 cuando comenzaron a cobrar a los taxistas una cuota mensual por el uso de la aplicación… y como ellos ya habían probado los resultados que ofrecía, continuaron usándola.
Ese es el enfoque de redes sociales en acción.
Si quieres saber más sobre las empresas que están cambiando al mundo usando los últimos adelantos técnicos y conceptos administrativos, no dejes de visitar este Blog cada 15 días.
Ramiro Calderón
Consultor Empresarial
Sígueme en Twitter: @Ramiro_Calderon
Artículos y presentaciones anteriores del Blog Economía y Negocios en el Nuevo Milenio:
· Cuando comprar a Hotmail parecía un mal negocio
· Lecciones de la Edad Media sobre los derechos de autor
· ¿Cuál es el principal activo en el Siglo XXI?
· ¿Quién es el culpable del desempleo?
· Cuando no vender a Facebook parecía un mal negocio
var sc_project=10011943;
var sc_invisible=1;
var sc_security=»8997da1e»;
var scJsHost = ((«https:» == document.location.protocol) ?
«https://secure.» : «http://www.»);
document.write(«»);
analytics ecommerce tracking»
href=»http://statcounter.com/shopify/» target=»_blank»><img
class=»statcounter»
src=»http://c.statcounter.com/10011943/0/8997da1e/1/»
alt=»shopify analytics ecommerce
tracking»></img
Comentarios