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La pandemia del Covid-19 ha obligado a los gobiernos a imponer medidas restrictivas para mitigar su efecto, en este contexto la sociedad se ha visto en la necesidad de realizar una transformación digital para adaptar actividades cotidianas a la nueva realidad.

La forma  como las personas consumen y realizan transacciones no ha estado ajena a los cambios traídos por la pandemia, las cuarentenas y el distanciamiento social han llevado a un mayor uso de medios digitales para transacciones y compras; Así mismo la aparición de mecanismos como Nequi y Daviplata han permitido la inclusión financiera de varios hogares y facilitado la implementación de programas como Ingreso Solidario durante esta coyuntura; es difícil imaginar la eficiencia y la velocidad en la ejecución de este programa sin las plataformas de pago que lo soportan. Además, dentro del sector bancario han surgido instituciones y productos 100% digitales que proporcionan mayor acceso a los consumidores, el principal referente como banco digital es Nubank, cuyo lanzamiento en Colombia fue en septiembre y es considerado el más grande del mundo en su modalidad.

Por otra parte, actualmente se está presentando un auge de las criptomonedas, el número de personas e instituciones que están dispuestas a invertir por razones especulativas ha incrementado, además los establecimientos comerciales que las aceptan como medio de pago son cada vez mayores. Algunos acontecimientos recientes como los planes piloto para regular las transacciones con criptomonedas en Colombia, el anuncio de Visa y Paypal de incorporar criptomonedas dentro de su portafolio de servicios, o su aceptación como medio de pago por parte del gigante tecnológico Tesla, reflejan una nueva percepción sobre los criptoactivos e invitan a pensar en los cambios que se puedan tener en materia de política monetaria y bienestar.

Respecto a la política monetaria, no es la primera vez que presenta cambios por cuenta de las innovaciones financieras. Durante la década de 1980 y parte de la década de 1990 la mayoría de los bancos centrales utilizaban como su principal ancla nominal el control de sus agregados monetarios asumiendo un comportamiento estable de la demanda de dinero; sin embargo, a partir de  algunos cambios que facilitaron la interacción con los clientes con el aumento de sucursales, la proliferación de cajeros automáticos, la atención vía telefónica, entre otros,  los bancos centrales presentaron dificultad en predecir un comportamiento estable para la demanda y no encontraron una explicación para su disminución. Ante este escenario las autoridades monetarias prefirieron implementar como ancla nominal la meta de inflación y utilizar la tasa de interés nominal como el instrumento principal. En este nuevo contexto de economía digital uno de los retos de los bancos centrales consiste en cómo adaptar la política monetaria a los continuos cambios.

 Una de las principales propuestas que está siendo analizada por varios bancos centrales es la creación de una moneda digital del banco central o CBDC por sus siglas en inglés, cuyo propósito es el aprovechamiento de la tecnología del blockhain, para emitir una moneda propia que a diferencia de las actuales sea respaldada por una autoridad monetaria, que solucione así los inconvenientes por falta de regulación que presentan actualmente los criptoactivos.

Los alcances de una CBDC dentro de la política económica, los sistemas de pago y la intermediación financiera dependerán de las características que se apliquen a la moneda. Los principales elementos que se encuentran en discusión para el diseño de esta son la posibilidad de emisión y amortización en cualquier momento, la generación de intereses, el anonimato (el banco central debe saber quién tiene saldos en moneda) y los mecanismos de transferencia entre los usuarios de la moneda y el banco central

La combinación de estas características conduce a múltiples diseños que pueden tener efectos distintos en materia de política monetaria, intermediación de pagos y el funcionamiento del sistema financiero. Bofinger (2018) plantea que el caso de presentarse una sustitución completa del efectivo se pueden abrir posibilidades como la creación de cuentas de personas naturales en el banco central, cambiando el papel de la intermediación financiera. Si todos los ciudadanos tienen depósitos a la vista, el banco central podría aprovechar tasas de interés negativas, y propuestas de última instancia como el dinero en helicóptero serían técnicamente posibles. En este mismo sentido Allen et al (2020) mencionan importantes beneficios en el bienestar como la inclusión financiera, reducir las fricciones en los sistemas de pagos; a nivel fiscal se podría ampliar la base de los contribuyentes y reducir la evasión. Dentro de las dificultades a solucionar está el manejo de la privacidad, los riesgos de desintermediación del sistema bancario y mantener la independencia del Banco Central con respecto al gobierno.

Con varios países adelantando proyectos de CBDC como Brasil, China, Inglaterra Suecia y la Unión Europea, entre otros; y la disminución del uso del efectivo a nivel mundial, adquiere relevancia el debate con respecto a su diseño, implementación, las implicaciones en el sistema financiero, y las consideraciones de tipo legal. El reto de los bancos centrales en el diseño de una moneda que mejore el bienestar de la sociedad estará en identificar los posibles cambios en el sistema financiero, mitigar fallos de mercado, escoger la arquitectura adecuada para su funcionamiento, y establecer el papel del sector privado en materia de intermediación y seguridad.

 

María Camila Lozano Ramírez.

Docente de la facultad de Economía. Universidad Santo Tomas – Sede Bogotá.

 

Referencias

Allen, S., Čapkun, S., Eyal, I., Fanti, G., Ford, B. A., Grimmelmann, J., … & Zhang, F. (2020). Design Choices for Central Bank Digital Currency: Policy and Technical Considerations (No. w27634). National Bureau of Economic Research.

Bank of England (2020), “Central Bank Digital Currency: Opportunities, challenges and design”, 12 March.

Banco de Pagos Internacionales. (2018). Monedas digitales emitidas por bancos centrales.

Bofinger, P (2018) Digitalisation of money and the future of monetary policy, , VoxEU.org, 13 February

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