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Hace unos días el presidente Santos llamó «aves de mal agüero” a quienes vaticinaban el que el crecimiento del PIB del 2012 sería del 3%. En contraste, la cifra revelada por el DANE supero en un 1% las expectativas del propio gobierno, académicos y analistas. No obstante, una expectativa de crecimiento alrededor del 3% tenía un fundamento y no es, precisamente, cuestión de superstición. El país y el mundo en general, sufren aún los coletazos de la crisis europea que ha terminado en recesión de importantes economías, la desaceleración de Alemania y el débil crecimiento de Estados Unidos.

 

La desaceleración de la economía colombiana es un hecho real y terminando el primer trimestre, nada indica que las cosas para el año 2013 vayan a ir mucho mejor que en 2012, incluso este puede ser un año peor en materia de crecimiento. Todas las cifras, tanto objetivas como subjetivas, así lo indican y más que un asunto de “aves agoreras”, las señales del mercado y de los agentes suelen ser una muestra de la realidad económica del momento y de lo que puede pasar en el futuro.

 

Basta mirar algunos índices y señales para entender que la economía se desacelera y que esto corresponde tanto a la realidad como a la percepción de los agentes. Primero, el 42,2% de la población se siente pobre (pese a que sentirse pobre no es lo mismo que ser pobre, esto si genera descontento); segundo, de acuerdo con Fedesarrollo, la confianza del consumidor se deterioró fuertemente en el país en febrero (dramáticamente en Medellín); tercero, tanto los índices de confianza industrial y comercial están en su nivel más bajo desde 2009; cuarto, la capacidad ociosa de la industria se ha incrementado. Quinto, la próxima cifra sobre desempleo debería confirmar las peores expectativas.

 

Que la economía se desacelera lo muestra el deterioro de la industria –que cayó 1.7% respecto a enero de 2012 –, y otra muestra de esa desaceleración es que el Banco de la República recientemente disminuyó la tasa de interés de referencia en 50 punto básicos (pb) de un solo envión, cuando tenía acostumbrado al mercado a disminuciones graduales de  25 pb por sesión. Esta drástica acción del emisor traerá como consecuencia el abaratamiento del dinero y probablemente veamos en los próximos meses un mejoramiento del consumo, pero al costo de un incremento de la cartera de los bancos.

 

Esta fotografía de la economía colombiana nada tiene que ver con agüeros, son las señales claras del mercado, los índices muestran hoy un panorama poco halagüeño. Será tarea de las autoridades fiscales y monetarias contribuir a que el clima económico mejore y que las predicciones sombrías sobre el futuro económico del país se quede solo en eso, en predicciones.

 

@jhbarrientos

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