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Ni se le ocurra apoyarse en el presidente, me dijo una vez un amigo…

Pero… Por qué?

Un presidente es la máxima autoridad en una empresa y es quien dá las instrucciones, las órdenes, es quien dice que se hace, como y cuando, es quien autoriza y en últimas es la voz cantante y casi siempre la última palabra hacia arriba y hacia abajo.

Como se te ocurre?… Las cosas no son como las estas narrando, me dijo…

Los presidentes complican todo! Ellos tienen que hacer cumplir las reglas y seguir los procedimientos al pie de la letra…Ellos tienen que dar ejemplo. Les cuesta más trabajo hacer excepciones. Ellos autorizan o rechazan posibles opciones o riesgos o situaciones extraordinarias, pero ellos no se pueden auto-autorizar las excepciones y en consecuencia tendrían que ir a Junta Directiva o a Junta de Socios.

A los presidentes la gente les escucha y luego cada cual hace lo que le viene en gana, pero les hacen creer que ellos son los que mandan. Debajo de los presidentes se mueve otro mundo, el mundo de lo posible, el mundo real…

Cuanta gente no vuelve a la oficina del gran jefe para decirle que lo que el quería o como lo quería no se pudo hacer exactamente así, pero que se logró una buena aproximación con algo similar, mejor y más barato…Es decir, se hizo otra cosa…

Es exactamente lo mismo que ocurre en un hogar. El marido piensa que lo que el ordena es lo que se hace y eso es mentira…La esposa es la que manda y mandan también los hijos y la voluntad del padre o marido es la última que se cumple, aunque él piensa lo contrario.

Ahora recuerdo que una vez le dije a un amigo que yo tenía un par de notarios conocidos y él me mencionó que el tenía dos amigos que eran tercer nivel en dos notarías distintas y que con ellos se conseguía agilizar cualquier trámite en mejor forma que con los notarios…Y me hizo sentir mal cuando indicó que era mejor tener mandos medios de amigos que altos mandos.

Yo pensaba hasta ese momento que era vital tener conocidos en altas posiciones porque algún día podrían ser de utilidad…

Con base en estas experiencias y otras similares decidí inventar esta cita máxima: “Si el poder del alto mando quieres usar, primero el mando medio debes trabajar”.

Un ejemplo de ello sucede cuando el gerente general le dice a un gerente medio que mire una solución que le parece interesante o útil para la empresa…Hasta allí llegó la brillante idea!…Si la idea no la trajo el gerente medio, para la aprobación de la alta gerencia, el proyecto no va a volar, o se va a demorar o va a tener todos los problemas posibles.

Este es un tema curioso donde no hay mala fe de nadie, ni malas intenciones.

Se trata de algo humano y natural…Si una persona no a  comprado una idea, es difícil que luego la lleve a feliz termino.

En las empresas modernas, donde se practica la democracia participativa, hay que involucrar desde el principio a la gente y dejar que ellos sean los que dan las ideas, para luego trabajar los detalles. Si las ideas viene de arriba, en seco, van a rebotar por considerarse imposición a una gerencia media que tiene o cree tener la potestad de pensar y seleccionar las soluciones que están bajo su competencia o responsabilidad directa.

En temas de gerencia moderna, es vital “ser y parecer” participativos, puesto que de lo contrario va a ser bien difícil realizar los proyectos.

En el mundo de hoy los temas impuestos a la fuerza no funcionan ni en la casa de uno, y si no me cree, trate de imponerle algo a su pareja o a sus hijos y observe la reacción.

La época donde se daban las órdenes en las empresas, como en las fuerzas militares, y la gente con alguna responsabilidad de mando tenía que obedecer a ciegas y sin decir palabra alguna está terminando. Todavía existen empresas que funcionan por el método de la fuerza y sus gerentes son verdaderos emperadores, pero por fortuna ya están pasando a ser minoría.

Desde luego todavía hay grandes jefes que administran generando miedo a los demás y amenazando con castigos o despidos, pero las leyes y los estilos han cambiado y ello es cada día menos frecuente o menos posible.

Volviendo al punto de los mandos medios y los altos mandos, la conclusión sana es que hay que trabajar ambos si se quiere que un proyecto sea aprobado o se agilice, pero el orden de los factores si altera el producto final y en ese sentido debe iniciarse de abajo hacia arriba y luego complementar yendo de arriba hacia abajo. Si se conserva el orden y se sabe trabajar el mando medio, luego es necesario facilitar las cosas al más alto nivel y en ese sentido, el tener acceso a los presidentes es útil!

Entrar en conflicto con un mando medio que no quiere dejar hacer las tareas o proyectos porque él o ella no los trajo o no los propuso es un camino lleno de espinas. Se puede lograr algo, pero habría que escalar todas las veces al alto mando, hasta que el mando medio se de por vencido. De todas maneras, siempre es mejor evitar los conflictos y todavía mejor hacer cercanía real y efectiva con el mando medio, vendiéndole el proyecto y haciendo que sea el que lo lidera.

Por otro lado, si ya hemos hecho el trabajo con el mando medio, el acceso al alto mando (presidente) es también importante porque es quien le va a dar el visto bueno a la iniciativa que presentará el mando medio y allí es importante el refuerzo!

Sin los mandos medios aceitados y bien trabajados, un proyecto o una iniciativa no volará a la mayor velocidad y con el mayor resultado posible, pero sin el apoyo del alto mando un gran proyecto o una iniciativa brillante puede quedarse en el tintero por falta de prioridad o de presupuesto.

No importa donde estemos, si somos un mando u otro o si somos proveedor, esta reflexión es importante para saber cómo aprovechar las estructuras.

 

 

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