Gritos y violencia lastiman la autoestima de los niños
Hace poco tiempo en una sesión de coaching sentí el alma arrugada, al escuchar a Daniela, una niña de siete años que de manera espontánea me contó que a ella se le fracturaba el corazón cuando su mamá le pegaba porque no hacia las tareas ni se portaba bien en clase.
Antes de continuar con este caso. Aclaró que honrando la confidencialidad y compromiso con las clientes he cambiado el nombre de la pequeña. En un proceso de coaching, los Coach o entrenadores de vida y empresariales, nos regimos por un código ético. No hay juicios, es un espacio de escucha activa, en donde se promueve la acción. Hablamos de las historias o casos para que estos testimonios sirvan de reflexión y conciencia a otras personas.
Continuando con este caso. A la niña se le iluminó el rostro, cuando en la sesión de coaching descubrió que ella era una niña amada, un tesoro y que su madre buscaba su bienestar, pero no sabía cómo transmitirle ese mensaje de una manera asertiva.
La niña lo comprendió y aceptó su responsabilidad. Me dijo que “no le ponía atención a la “Miss en la clase de inglés, porque se entretenía con los niños para ganarse su amistad, ya que otros niños a la hora del descanso no querían jugar con ella y eso también le dolía. La pequeña me dijo: yo sé que mi mamí quiere que me vaya bien en el colegio, pero no sé porqué me pega y grita como loca. No me escucha».
Su madre, estaba sufriendo y no sabía cómo orientar a su hija, para motivarla a hacer las tareas. Entonces cuando no lo lograba después de insistirle acudía al castigo para hacerla entrar en razón en un acto de desesperación. De lo que no había tomado conciencia era que está situación se le estaba saliendo de las manos y se estaba convirtiendo en algo natural: pegarle a su hija.
La mamá, una odontóloga, había asistido a uno de mis talleres de crecimiento interior sobre la realización del logro de metas, denominado: «el mapa de los sueños, el sendero de la prosperidad» . Ella ha seguido mis conferencias y desde hace rato, deseaba emprender un proceso completo de coaching. Así que me contacto. Su objetivo lograr que a su hija le fuera bien en el colegio, sin que el tema de hacer las tareas se convirtiera en un campo de batalla. Pero, detrás de esta situación se escondían otras cosas que afloraron durante la sesiones de coaching.
El Coaching facilita que se consigan objetivos de una manera más eficaz. Una de las habilidades básicas que se usa en esta metodología, son las preguntas. Preguntas que bien planteadas hagan reflexionar al cliente o ‘coachee’ y lo conduzcan al cambio de una manera positiva y armoniosa.
Para conseguir cualquier objetivo se necesita ¿Un para qué?. Un motivo que aporte sentido a lo que se quiere alcanzar. Por eso es importante desde el inicio de cualquier proyecto tener claro para qué y para quién emprendemos una determinada acción.
¿Mi para qué? de este artículo busca generar reflexió en los padres para que tomen conciencia sobre la manera cómo se está educando a los hijos. Esta reflexión la evidenció a través de algunos testimonios de coachees o clientes que después de realizar su proceso de coaching lograron mejorar sus vidas, adquirir nuevos hábitos, elevar su nivel de conciencia y lograr la realización de sus propósitos personales.
Como es el caso de mis dos bellas clientes, la pequeña Daniela y su madre. Las dos tienen una mejor relación, la niña está mas tranquila y confiada de sí misma, le está yendo bien en el colegio. Por otro lado su madre liberó la rabia y descubrió que poseía muchos más talentos y herramientas para perdonar. Cambio el observador de los hechos, ganó autoestima, mejoró su relación consigo misma y paso de sentirse víctima a tomar una actitud responsable de su vida.
Desde el inicio del proceso de coaching se vieron los resultados. En esa primera sesión por ejemplo, su madre se concientizó de qué estaba descargando en su pequeña, la amargura, el odio y la rabia que le profesaba a su exmarido por haberse ido con otra. Ella, no era consciente de que estaba lastimando la autoestima de la niña. Tampoco, se había percatado de que en el colegio su hija era víctima de bullying y que todo esto, le ocasionaba estrés a la chiquita que estaba empezando a creer que todo era su culpa.
Sumado al estres del colegio, Daniela, veía a sus padres pelear y gritarse. Me contó la pequeña. . Además cada vez, que le tocaba el turno de compartir un fin de semana con su papá, su mamá le decía enojada: mucho cuidado con meterse con la ‘zarrapastrosa’ mujer de su papá.
La niña habló de esa película que le generaba confusión como hablan los niños con el corazón y espontaneidad. Los adultos solo se habian ocupado de sus egos y dolores, pero no se habian tomado un tiempo para comprender y ponerse en los zapatos de la pequeña. Cada uno se tiraba la pelota. El padre por su lado, esta más interesado en su nuevo hogar que en brindarle la atención y el lugar que le corresponde a la pequeña, tomando conciencia que su relación es diferente a la relación con su hija.
Existen padres que ni siquiera son conscientes de los tesoros que les ha enviado Dios. Abandonan a los niños y los ven como un estorbo. Carambas. Todos somos hijos de Dios, todos merecemos ser felices, todos merecemos ser abundantes y sentirnos amados. Comienza por valorar esos grandes tesoros que la vida nos ha dado: Los niños, futuro de una Nación.
A veces, los adultos se comportan como niños rabiosos y ‘pataletudos’, sin mucha conciencia de que sus palabras, pensamientos y acciones están afectando a sus hijos. Ni bueno, ni malo. No se trata de emitir juicios, sino de tomar conciencia y reflexionar sobre lo que sucede en muchos hogares del planeta a diario. Es cierto que el estrés de las obligaciones laborales, el miedo a perder el trabajo, las crisis de las economías, la tensión en las relaciones con los compañeros generan una carga emocional demasiado pesada en los adultos. Pero, poco se detinen a pensar y a reflexionar sobre lo que sucede en el entorno y de qué manera todos los habitantes de la tierra somos responsables de la conciencia colectiva.
En el caso de Daniela, es comprensible que a su madre le doliera esa situación. No es fácil para cualquier mujer enfrentar una infidelidad y asumir la responsabilidad de educar a sus hijos, sin el apoyo de su pareja. Algunos hombres o mujeres no son conscientes de las profundas huellas que deja un acto de infidelidad en los niños cuando esta circunstancia se ventila sin la suficiente inteligencia emocional para manejar este tipo de situaciones.
A los padres se les olvida que todas nuestras emociones, miedos, bloqueos, frustraciones, comportamientos, enfermedades, pensamientos y hábitos son absorbidos como una ‘esponja por los hijos’ y que de lo que sembremos, cosecharemos y dejaremos a la humanidad.
He observado que la mayoría de los padres del mundo, deseamos para nuestros hijos felicidad y bienestar. Sin embargo, de lo que menos nos preocupamos es de trabajar en nuestro crecimiento interior, en el desarrollo espiritual, en prepararnos y cultivar una autoestima sana y ojo que esto no tiene que ver con los abolengos, ni cosas materiales. Tampoco con el ego. la autoestima es la columna vertebral del comportamiento humano. Todos los comportamientos humanos están referidos a la autoestima. Solo que en el tiempo de la tecnología, nos hemos conectado más con los chats que con nuestra verdadera voz interior.
Las historias de padres que constantemente sabotean los sueños de sus hijos son todas. Recuerdo entre tantos casos que he conocido, el de Marina, una coachee o cliente que vino a consulta de coaching porque había entrado en una profunda crisis de identidad a sus cuarenta años. Su padre ya fallecido la obligo a estudiar economía y no arquitectura como ella soñaba. Marina, no le encontraba sentido a lo que hacía pese a vivir bien y ganar un buen sueldo. Está casada y tiene dos pequeños de 10 y ocho años.
En el proceso de coaching además de auto descubrir otros talentos que poseía, se concientizo de que su padre todavía gobernaba su vida de manera inconsciente y que en su subconsciente habitaba la vocecita de su progenitor diciendole lo que debería y no debería hacer. Su papá por lo que ella, contó era un hombre controlador y dominante con su familia. Mientras que su madre ocupaba el papel de una mujer sumisa.
Marina, empezó un nuevo camino, un nuevo estilo de vida, tomando la decisión consciente de querer cambiar y convertirse en una mejor persona cada día, durante y después de su proceso de coaching ejecutivo de seis meses. Encontró un nuevo sentido para su vida. Cambio sus hábitos a unos más saludables. Ahora es más consciente de que debe cuidar y alimentar su mente con pensamientos empoderantes. Es consciente de que es ejemplo para sus hijos y no quiere decir que no se equivoque, pero aprendió a convertir cada error en un aprendizaje.
En el mundo de los humanos, es tan común ver como los padres que en la oficina se encuentran con jefes maltratadores, cuando llegan a sus casas descargan de manera inconsciente la frustración de su entorno laboral con sus hijos. Ellos tambien son víctimas de víctimas. Hacen lo mejor que pueden, pero no entienden porque atraen esta clase de personas.
Es verdad que a veces los niños hacen pataletas y que hasta el más santo de los santos podría perder la calma. La educación de los hijos es un arte y aunque no existe una materia especializada en este arte, no significa que dejemos al azar nuestra vida interior.
La gente se preocupa por las cosas materiales, pero poco por cultivar su SER interior, su espíritu, con el cuento del ‘ya lo sé’, ‘ya lo sé’, 'Ya lo sé' no existe una conciencia de cómo cuidamos nuestro cerebro, nuestra mente, nuestro espíritu, nuestra esencia divina, nuestra autoestima, nuestra autoconfianza, nuestro cuerpo, entre otros aspectos relacionados con el viaje más importante de nuestra vida, el de conocernos a nosotros mismos. El aforismo griego “conócete a ti mismo” en el pronaos del templo de Apolo en Delfos nos recuerda que la máxima de la vida es emprender ese camino hacia el interior, desde una verdadera y consciente relación con la fuente divina, con Dios. La cosa, se confunde con la religión. Pero, el camino de la espiritualidad está ensanchado con lo que pensamos de nosotros mismos y nuestra relación con el todopoderoso.
¿Eso para qué? dicen algunos, si todo está bien conmigo. Tengo un trabajo, vivo en un apartamento lindo, ganó bien y los fines de semana voy a comer a buenos restaurantes. Entonces para que ponernos en esos gastos. Se ha puesto en un segundo plano, la principal inversión de un SER Humano, el crecimiento interior. El Universo está en constante evolución.
Hace un buen tiempo, un padre pensaba que eso de crecer interiormente no tenía sentido. Pero la vida, le ha enseñando de una manera un tanto compleja que todo puede cambiar de un momento a otro. Ahora que enfrenta una circunstancia con su hijo con el tema de las drogas, ha visto el poder de trabajar en su crecimiento interior. Todo sucede en medio situaciones dfíciles y de esas situaciones duras es que aprendemos, nos despertamos. Podría sonar raro. Los mejores ideas han surgido cuando los seres humanos se han enfrentado a sus propios desafíos.
Hay padres que se esmeran por actuar de manera equilibrada y sana con sus pequeños. Se autocultivan y buscan la manera de convertirse en mejores seres humanos. Son personas solidarias, atentas, genuinas, espontaneas, agradecidas, amables con sus colaboradores, saben dirigir y se orientan a ver lo mejor de sus hijos y de cada persona que se cruza en sus vidas, siendo conscientes de transformar lo que no funciona en sus vidas.
No tenemos un manual que nos indique cual es el paso número uno, dos, tres etc… pero sí el poder y la intención de hacer lo mejor que podemos. Todo comienza con el ejemplo y la coherencia. Hay tantos testimonios y experiencias del maltrato inconsciente de los padres a los hijos que he conocido como periodista y Coach. En este mundo, podríamos estar más dormidos que despiertos y creer que todo está de maravilla. Un día una amiga me compartió un caso que conoció de un padre que le dijo a alquien que el preferia seguir siendo inconsciente antes que cambiar su manera de SER a pesar de que ya le estaban haciendo diálisis y había sufrido un preinfarto. Es fácil ponernos etiquetas para no cambiar.
Lo preocupante es que la basura emocional que los adultos acumulan durante los años, se transmite a los hijos desde pequeños. Los adultos tenemos una enorme responsabilidad, los profesores, padres, abuelos, tíos y demás familiares tenemos una misión con las nuevas generaciones y esa misión tiene que ver con el planeta que deseamos construir para ellos. ¿Qué estamos haciendo? qué estamos sembrando? Cómo estamos cuidando la tierra? . Cuidamos nuestra paz interior? Cómo nos relacionamos con los niños?
El otro día veía como un padre le gritaba a su pequeño de cinco años y lo zarandeaba como un muñeco de trapo. En el rostro del niño se veía la cara de pánico. El pequeño le decía llorando papá no me vayas a pegar otra vez. En el rostro del señor se dibujaba la frustración, la rabia, no sé que le pasaba. Era un señor elegante y tenía una camioneta de alta gama. El hombre cogió al pequeño y de un jalón lo subió al carro. Yo solo repetía en mi mente la paz sea contigo, la paz sea contigo, la paz sea contigo.
En la calle si te pones a observar todo lo que sucede en un centro comercial, una estación de transmilenio, los restaurantes y demás lugares públicos, tomarás más conciencia de la realidad social en el diario vivir y de los comportamientos de los adultos. Este ejercicio nos permite como lo he repetido una y otra vez, tomar conciencia de lo que hacemos. La observación es un arte que todos podemos desarrollar. Suceden tantas cosas en un segundo. El universo entero siempre está vibrando en una alta energía, somos nosotros los que vibramos a veces en una baja frecuencia.
¿Qué estamos haciendo con esos bellos enanos que además nacen con unos talentos superiores, son sobradamente inteligentes y estos talentos en algunas ocasiones están siendo arrinconados por el estrés de los adultos. Hoy que la vida me ha dado el privilegio de ser la abuela, de un hermoso, talentoso, creativo, ingenioso, tierno, bello y adorado bebé que hace poco cumplió los tres años he reflexionado sobre todo lo que tenemos que aprender los grandes de los niños. Carambas a veces, ni modales se tienen. En un ascensor se puede observar como a la gente le duelen los labios para saludar. En los edificios las personas pasan de lado, nadie saluda. Todos viven en su mundillo, sin deternos a pensar que todos estamos conectados por medio del subconsciente colectivo.
Mi nieto me inspira a escribir, a hacer una constante restrospección de mi vida. Su espontaneidad, su carácter y personalidad de oro. Me enseña tanto, que considero que es hora de que los adultos nos eduquemos para estar a la altura de una nueva generación de bebes ‘superdotados’ que han venido al mundo para transmitir y apoyar el despertar de una nueva conciencia enmarcada en el amor por nosotros mismos y por los demás que crece en el mundo interior. Bien reza el sabio mandamiento. No le hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
Los padres en su afán de brindarles bienestar a sus hijos en algunas circunstancias buscan suplir los vacíos emocionales propios de la modernidad, el estrés de la cotidianidad con cosas materiales para sentirse menos culpables. ¿Pero será ese el camino? . Algunos se inclinan por un proteccionismo exacerbado que anula cualquier desarrollo de la personalidad.
¿Se ha descubierto gritando a sus hijos para educarlos?.
Es verdad, que somos mortales, humanos e imperfectos y que por muy bien que intentamos hacer las cosas, a veces nos equivocamos. Supongo a que nadie le gusta enfadarse y gritar a sus hijos, ¿pero qué ocurre cuando este comportamiento es constante y se educa a los hijos a base de gritos y malos modos?
Todos los padres deseamos en nuestro corazón que nuestros hijos sean felices, vivan libres de estrés y que puedan experimentar paz interior en sus vidas. Sin embargo, para desarrollar estas cualidades, hábitos o virtudes, se debe empezar por nosotros mismos.
Los adultos debemos ser totalmente sinceros con nosotros mismos, como lo explica mi maestro y amigo Wayne Dyear. “ Los adultos debemos de empezar por amarnos y fomentar nuestra autoconfianza, autoestima, valía propia, el auto-respeto y la coherencia, entre lo que pensamos, decimos y hacemos”. No es fácil, pero quien dijo que no se puede?
Pocos padres, son conscientes de que el estrés se desarrolla con pensamientos tóxicos. Son tantas cosas que los padres necesitamos aprender para educar hijos asertivos y felices en un mundo negativo. Llegó la hora de preocuparse y prepararse a conciencia sobre la educación de los hijos y saber que sus hijos cambiaran sus actitudes y comportamientos cuando los adultos sean los primeros en cambiarlas. No se le puede exigir a un palo de mango que de limones.
Un niño que crezca en un entorno de violencia y desamor, tendrá retos para enfrentarse al mundo. Pues se encontrará con una necesidad profunda de amor. Así el niño ya convertido en adulto haya elegido ser diferente al modelo que vivió en casa. Transformará su vida hacia una mejor dimensión cuando elija, sanarse, perdonar, abandonar su pasado con amor y mirar su futuro con esperanza de que cada día sera mejor y mejor. Todos somos responsables en un ciento por ciento de nuestros actos. ¿ Qué estas enseñando a tus hijos? . Los niños repiten lo que ven. Los niños suelen estresarse cuando oyen o ven a sus padres gritar y perciben que sus progenitores están estresados.
Trabajemos en nuestro mundo interior.
Nuestros hijos necesitan de nuestra ayuda para desarrollar hábitos saludables en su vida. Estos comportamientos o virtudes se deben desarrollar en la vida del adulto, ya que el niño aprenderá de lo que vea en sus padres, en el colegio, en los profesores. Lo ideal es que los niños se conviertan en personas sin límites, y esto significa en individuos con plena autonomía de su desarrollo emocional: cuerpo, mente, espiritu y emociones.
Lo primero que todo padre quiere para sus hijos es que aprendan a tener confianza en sí mismo. Todo nosotros tenemos un mundo interior, que es muy diferente de nuestro mundo externo. En ese mundo interior, que está hecho de nuestras emociones, espiritualidad, sentimientos y creencias es donde se cimientan los frutos de nuestra vida.
Este mundo interior es distinto para cada persona. Lo primero que un ser humano debe aprender es hacer sincero consigo mismo. “Una de las lecciones más importantes que deben aprender nuestros hijos es la necesidad de asumir por completo la responsabilidad de su desarrollo interior. Deben aprender desde temprano, que nadie más que ellos es capaz de controlar lo que ocurra en su interior. Que todo lo que piense, sienta, y haga se haya bajo su control. Los niños deben aprender que pueden controlar sus pensamientos sin que importe lo que suceda a su alrededor y que esos pensamientos determinan sus sentimientos y en el exterior sus acciones.
A casi todos los niños les gusta echarle la culpa de lo que les sucede a los demás. Eso es lo que han aprendido del mundo de los adultos. Es importante que las mujeres y hombres examinemos nuestras actitudes y comportamientos. El niño que comprende que todo está bajo su control y que es responsable de su vida por acción u omisión y que todo tiene que ver con su mente, su estado emocional y su manera de ver la vida, alcanzará el éxito y la paz interior.
La pregunta del Coach
¿Qué huella estás sembrando en tus hijos?
¿Cómo son tus relaciones en tu vida adulta?
¿Eres un padre que educa con el ejemplo o con la cantaleta o el rejo?
¿Eres de lo que aplica el machado método del premio y castigo?
¿Si alguien te cierra cuando estas manejando, tu haces lo mismo delante de tus hijos?
¿Sales a la calle a pelear con el mundo o disfrutas y aprendes de cada situación?
¿Eres una persona amable que saluda a sus vecinos o por el contrario pasas de lado?
¿Cómo resuelves tus problemas?
¿Le echas la culpa de todo lo que te sucede a los demás?
¿Deseas una vida feliz, pero no haces nada para trabajar en tu mundo interior?
¿Tienes problemas con tus hijos en el colegio?
¿A tu hijo siempre le va mal en el colegio?
¿Tu hijo siempre está llamando la atención?
Tu Coach: giovannafuentes@yahoo.com. Una mujer de mente nómada, con una actitud ‘aprendelotodo’ ganadora del reconocimiento de la International Coach Federation Colombia, poster a mejores prácticas de coaching, año 2014.
Miembro de la International Coach Federatión y actualmente adelanta su certificación en Coaching Espiritual con escuela Internacional de Estados Unidos. Coach de vida y empresarial Certificada.
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Coaching es una conversación enfocada donde el cliente encuentra respuestas poderosas que lo muevan a la acción. Un Coach o entrenador acompaña a una persona que eleve su nivel de vida. Hay diferentes tipos de coaching: de vida, para ejecutivos, coaching con adolescentes, coaching para niños, coaching para bloqueos económicos, coaching relacional, coaching para uno mismo, coaching de equipos, coaching empresarial, coaching de vocación profesional, coaching espiritual.
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Coaching, el arte de renacer cada día.
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