¿Quiero cambiar de trabajo, pero no sé cómo? Coaching práctico
Muchas personas en el mundo laboral, sienten que están atrapadas en una jaula, ya que se levantan como autómatas para ir al trabajo, pero lo hacen con el corazón arrugado. No están a gusto con su empleo por múltiples razones: No están haciendo lo que de verdad desean hacer, son víctimas de jefes o compañeros tóxicos, no les gusta lo que hacen, solo lo hacen por el sueldo, la empresa tienen políticas demasiado rígidas o limitantes, o las compañías se manejan desde la cultura del miedo. Estos son algunos de los factores que podría mencionar.
Hoy, quiero compartir con ustedes el proceso de coaching de uno de mis clientes que deseaba cambiar de trabajo, pero que no sabía cómo hacerlo. Empezaré contando que cuando Roberto, llegó a mi oficina para su primera sesión de coaching parecía una persona satisfecha con su vida: empático, tranquilo, seguro, de sí mismo y con un buen cargo en la compañía. Sin embargo, una situación aqueja su vida. A pesar de ganar un buen sueldo y tener un cargo directivo, desde un buen tiempo para acá, no puede dormir bien y en su mente lo ronda la preocupación. Tiene 42 años. Al escucharlo, es evidente que para él su trabajo ocupa un lugar primordial en su escala de la rueda de la vida.
Sin embargo en su trayectoria de vida, es evidente su insatisfacción laboral durante años. Estudio contaduria, pero no era lo que él quería. Lo hizo porque su padre, era contador. En el último tiempo ha tenido problemas de salud. Siente que no está expresando todo su potencial en la empresa. Está estresado. Le cuesta dormir y producto de su ansiedad está empezando a tener problemas con su conyuge.
Cada día le estaba costando levantarse para ir trabajar. Se sentía cansado y faltó de energía, pero no lograba comprender que le sucedía. Roberto, había escuchado del Coaching y me contacto a través de un amigo que realizó un proceso conmigo y me recomendó.
En su primera sesión hablamos sobre cómo sería el proceso de coaching: qué era y que no era coaching, periodicidad de las sesiones, confidencialidad, entre otros aspectos. Una vez, explicado el proceso de coaching, le envío al cliente un acuerdo de colaboración entre el Coach y el coachee para evaluar el compromiso de la persona con su trabajo personal. Así mismo, durante la sesión realizó un cuestionario para comprobar la idoneidad de realizar coaching. Observó que está comprometido y entusiasmado de iniciar su proceso. Este es un aspecto primordial para que el proceso de coaching tenga éxito: el compromiso del cliente con el cambio; sin este compromiso sincero no pueden haber avance posible.
A continuación me comenta el motivo de su preocupación. Me explica que esta bastante agobiado, sabe claramente qué es lo que no funciona en su vida: su trabajo, quiere cambiarlo. Sin embargo, siente un miedo paralizante a equivocar su elección o perder más tiempo probando cosas nuevas. Cree que, a su edad es su última oportunidad de descubrirlo y no quiere sufrir el dolor de una derrota. Además, Roberto tiene responsabilidades familiares y económicas que ha adquirido a lo largo de estos años y no se puede permitir dejarlo todo y empezar de nuevo.
Su esposa, lo apoya en esta decisión ya que quiere verlo más feliz. En este tipo de decisiones o cambios es fundamental el apoyo de la familia puede ser decisivo para superar las dificultades que se puedan presentar, por lo que Roberto cuenta con un apoyo fundamental a su favor.
Tiene claro que su trabajo actual no lo llena, no es lo que él ha soñado para su vida. Se siente bloqueado en ese punto. Para desbloquear la situación y sentar unas bases sólidas del proceso, lo invito a que defina de manera concreta el objetivo que desea alcanzar.
-Roberto: ¿qué objetivo quieres obtener en este proceso? Plantéalo en positivo y de forma concreta.
-Encontrar de una vez de qué quiero trabajar- lo dice con enfado-, ¿cuál es mi vocación profesional, dónde me sentiré realizado. Tengo claro todo lo que no me gusta, pero no tengo edad ni tiempo para hacer pruebas, no quiero equivocarme, tengo que acertar a la primera.
Repito sus palabras, para asegurarme de que he entendido su objetivo. Uno de las tareas del Coach es adaptarse al lenguaje del cliente, usar sus palabras para que él sienta que nos identificamos con su mensaje de manera clara, mejor dicho que lo hemos entendido. A partir de ahí le sugiero que realice un cambio en alguna de sus expresiones, ya que este objetivo es impreciso para tenerlo en la mente durante el proceso y además, refleja muchas preocupaciones limitantes.
El solo hecho, de que el coachee o cliente pueda expresar sus temores o preocupaciones sin sentirse juzgado, genera una liberación emocional poderosa en la persona. Le digo, que para empoderar su objetivo, lo exprese con una o dos palabras para que sea más conciso y le sugiero que cambie la palabra “tengo que” por una menos impositiva como por ejemplo: me gustaría o podría, preferiría.
Le sugiero este cambio para sustituir una limitación del lenguaje y abrir nuevas opciones. Hay una pausa y el silencio entra en escena. Luego, responde me siento menos agobiado si la pronunció así. Dejamos abierta la posibilidad para que se tome un espacio y reflexione sobre cómo podría crear un objetivo poderoso que le genere paz, armonía y un sentimiento de confianza en la búsqueda de su propósito.
Le explicó que lo mejor es definir esa intención en positivo, es decir, en lugar de utilizar expresiones como “no quiero equivocarme” podemos decir, quiero lograrlo, me veo feliz realizando mi sueño. Dado que el cerebro no entiende el no y lo acepta como positivo, es decir que la negación a lo que no queremos es lo que sucede.
Acudo a una historia de humor para que se sienta relajado y crear un clima de confianza y aligerar la tensión que siente el cliente al pensar en su objetivo y construirlo de forma positiva.
A continuación, le propongo que haga una lista detallada de cinco aspectos:
¿Qué cualidades, habilidades, aptitudes posee?. ¿Cuáles son sus valores? ¿cuáles son sus habilidades en el trabajo? ¿qué talentos tiene? .
Casi siempre que le preguntó a las personas sobre sus talentos, habilidades y aspectos positivos. Es como si durante años, su crítico interno solo les hablará de lo que no han sido capaces, de las frustraciones y de lo malos que han sido.
Una vez, un cliente me dijo cuándo le hablé desde mi percepción de sus talentos, me dijo-eso son halagos y me sonrojo, yo no soy así. No tengo nada de bueno, ni de especial. Al terminar el proceso de coaching me dijo, sabe Coach, discúlpeme por lo que le dije en la primera sesión.
Ahora comprendo que esos talentos son reales y que forman parte de mi esencia.
Después de una serie de preguntas y una conversación enfocada, tranquila, libre de juicios y en un clima de completa confianza, Roberto, termina diciéndome. Coach, cuando llegué, me sentía abrumado con tantos pensamientos y ahora me siento tranquilo y relajado. Ahora veo que hay cosas que puedo hacer. Quiero, hacer mi meta Smart.
Fijamos en la agenda, la segunda sesión de coaching.
La pregunta del Coach: : giovannafuentes@yahoo.com
¿Eres feliz en tu trabajo?
¿Te sientes atrapado y no sabes que camino tomar?
¿Vas a la oficina porque no tienes más posibilidades y necesitas pagar las cuentas?
¿Eres consciente del potencial que habita en ti?
¿Qué relación has creado contigo mismo?
¿Te sientes víctima de las circunstancias?
Tu Coach, Guiovana: Ganadora del reconocimiento por primera vez, de la International Coach Federation Colombia, poster: mejores prácticas de coaching versión 2014.
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