(fuente: fanpop.com)
El viernes tuvimos cierres positivos, ya que el dólar quedó a 2.987 pesos y los julios de 2024 quedaron al 6.37%. Bueno, lo de positivo es relativo porque que un activo esté en niveles altos será una conveniencia para el que esté invertido ahí pero una inconveniencia para el que esté vendido en corto. Es una eterna dicotomía de precios en la que cuando estos se mueven, pues pierde uno y gana el otro. La balanza que siempre se inclina para un lado.
Ayer hubo eclipses, producidos estos técnicamente hablando, por la sizigia. Sizigia es cuando hay una alineación perfecta entre tres cuerpos celestes. En este caso el sol, la tierra y la luna. Sin embargo, siempre se dan alineaciones perfectas, o a veces hasta aleaciones perfectas, entre cuerpos celestes. Por ejemplo en el Transmilenio, en el momento de transportarse, entre tanta gente que arma Tetris de carne y hueso, siempre se producen muchas sizigias que producen eclipses. Son las vicisitudes del transporte público, aquí o en Corea, en todo lado.
Bueno, el viernes también vi al gerente de la junta directiva del Banco de la República, Juan José Echavarría, hablando sobre economía bajo un formato televisivo muy agradable; decía que el espacio para bajar tasas se ha cerrado un poco. Todo esto tiene que ver con la inflación.
A propósito pensaba yo que en la inflación de sentimientos, hay varios bienes, tanto transables como no transables. La música no aplica: la música es un bien tranceable. Muy tranceable, además eclipsa todo lo malo.
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