A veces las palabras salen a borbotones y a veces toca esperar unos cuantos minutos hasta que empiezan a drenar. Una por una, no siempre el proceso es el mismo, pero al final el resultado se logra. Ayer, en las sesiones de Kemistry, pude concluir que hay tasas que son como las miradas de las mujeres cuando quieren expresar algo pero no lo dicen: implícitas. Tasas implícitas, las que están ahí pero no se dejan ver, no se manifiestan. También se habló sobre la acepción financiera del encaje y de cuándo uno termina desencajado (también en su acepción financiera). Pensaba también que si un activo de afuera baja de precio, puedo aventurarme, meter el dedo en la llaga y decir que fue porque hay tensiones comerciales en China y ya, de una acierto. Así como hay frases de cajón, la anterior es una causa de cajón.
Hubo subastas de Tes de corto plazo al 4.69% por 250 mil millones, en una curva de rendimientos que se ha empinado bastante estos últimos días: esto se da porque se aumenta la diferencia entre títulos largos y cortos. Hay empinamientos financieros y no financieros, pero de los no financieros no hablaré. Quedé también algo asustado porque leí que en la deep web se venden y compran perfiles de Facebook por 3.90 dólares.
En cuanto a letras, he dejado mi alma en cada libro que presto y van varios que se van consumiendo de manera simultánea. Paralelo a los usuales, ando devorando uno que cumplió años hace poco, es muy existencialista y tiene una agilidad sin igual, impresionantemente bueno, me desarmó. ¿Adivinan? Quedo atento.
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