Ayer todo abrió abajo en tasa y empezó luego a subir. Es difícil saber qué va a ocurrir, claro, pero lo que sí es un hecho es que no podemos dar una bajada por sentado, ni una subida por sentado, las fuerzas están muy encontradas. Y creo que ya la gran mayoría de veces cuando algo empieza extremadamente comprador se vuelve vendedor al despuntar el medio día (y al revés). A las 12 algún planeta se alinea con otro, con las Pléyades, con Orión, yo qué sé, pero las cosas siempre se voltean. Ayer era martes de subasta de Tes cortos, y cortaron 300 mil millones al 9.35% para diciembre.Y sí, amo escribir como les decía. Ayer creo que salió la noticia de la historia: fue hallada la peluca más cara, una peluca de 42 millones de dólares: una narcopeluca en el aeropuerto de Cartagena. Esto me recordó un comercial famoso en los años ochenta, sobre la drogadicción, en el que el “adicto” (no se le debería decir así, es una enfermedad) iba parado en un bus, el señor de al lado tenía caspa en su hombro, y esto le genera ansiedad por el parecido innegable entre la caspa y el destilado blanco de la hoja de coca, para luego terminar aspirándola. Pues bien, esta vez el comercial sí se podría hacer realidad luego de 30 años: la caspa de esa peluca, de esa narcopeluca, bien puede sopesar la gratificación de dopamina instantánea que el otrora muchacho necesita. Esta es la realidad, mucho más poderosa que la ficción. Luego la realidad mostró que el dólar pasó de 4.118,04 a 4.127,42 pesos. Y aquí sigo.
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