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Los invito a reflexionar por un momento sobre aquellos lugares repletos de anuncios publicitarios, cables enredados y edificios que desafían la armonía natural del paisaje. ¿Se han sentido abrumados en tales entornos? La alta contaminación visual genera rechazo en las personas y las impulsa a escapar rápidamente. Estos espacios nos impiden disfrutar plenamente de nuestra vida cotidiana y de la belleza que nos rodea.
Sin embargo, ¿sabían que también existe una forma de contaminación que no se ve a simple vista? Me refiero a la contaminación digital. En la actualidad, estamos más conectados que nunca, y eso es algo maravilloso. No obstante, cada minuto se envían en el mundo 38 millones de mensajes de WhatsApp, se visualizan 266.000 horas de Netflix, 4,3 millones de vídeos en YouTube y se realizan 3,7 millones de búsquedas en Google, según datos proporcionados por la compañía analítica Cumulus Media publicados en Visual Capitalist.
¿Qué relación tiene esto con la contaminación visual? Pues bien, si Internet fuera un país, sería el sexto más contaminante del mundo.
Es por ello que es cada vez más importante ser conscientes al enviar o subir información a las plataformas digitales. No se trata solamente de comunicar un servicio, nuestra marca personal o de intentar volverse tendencia. Se trata, principalmente, de entender el impacto que esto tiene en la salud mental de las personas, en el medio ambiente y en la sociedad en general.
Como empresa comprometida con la responsabilidad social y el bienestar de nuestros colaboradores y la comunidad, es fundamental que conozcamos los problemas a los que se enfrentan nuestros colegas, colaboradores y clientes, y que tomemos medidas para mitigarlos. Podemos lograrlo siendo más conscientes de nuestro consumo digital, estableciendo límites saludables en el uso de las redes sociales y promoviendo un entorno de trabajo que fomente el equilibrio entre la tecnología y el bienestar personal.
Todos tenemos un papel que desempeñar para reducir la contaminación visual y digital en nuestras vidas. En Certicámara, nos comprometemos a ser parte de la solución y a promover una comunicación responsable y sostenible. ¡Juntos podemos lograrlo!
Seamos parte de este cambio positivo.
