Royal Caribbean extiende a tierra firme la experiencia que se vive en sus cruceros. La compra y renovación de una isla en Las Bahamas se considera una tendencia en la industria.
Sean Tracey, Vicepresidente Latinoamérica y Gavin Smith, Vicepresidente Internacional de Royal Caribbean.
Si tu idea de un día perfecto en un crucero incluye bajarte en una isla de arena blanca, sumergirte en una piscina de olas, elevarte en un globo de helio y almorzar hamburguesa con papas a la orilla del mar, tal vez Royal Caribbean pueda complacerte.
Te hablo de Perfect Day Cococay, el último grito en cruceros. Una isla privada en las Bahamas que está siendo renovada para satisfacer muchas de las experiencias en tierra que generalmente no se encuentran en un barco de pasajeros.
Con una inversión de $200 millones dólares, esta naviera de origen noruego y casa matriz en Miami, reveló los primeros detalles de su nuevo proyecto ‘Global Private Island Collection’, una serie de destinos insulares privados “Que sorprenderá a todos los cruceristas, desde el aventurero arriesgado, hasta familias con niños y viajeros que buscan relajarse en una silla reclinable al calor del Caribe”, aseguró Sean Treacy, Vicepresidente de América Latina, durante su paso por Bogotá.
El primero de esos destinos es Perfect Day Cococay –anteriormente conocido como Little Stirrup Cay-, un cayo de apenas 1.700 metros de largo por 300 metros de ancho ubicado al norte de Nasáu, capital de Bahamas.
TIROLINA, PISCINAS Y PLAYAS
Allí, Royal Caribbean está construyendo una serie de atracciones turísticas tanto gratuitas (incluidas con el viaje) como con cargo. Entre ellas está el Thrill Waterpark: ($44 a $99 dólares por persona por día) dos torres de agua con 13 toboganes, que –en palabras de Tracy-, “Constituyen la mayor cantidad de infraestructuras de este tipo en cualquier parque acuático del Caribe”, así como Wave Pool, “La piscina de olas más grande del litoral”.
Contemplar el horizonte desde la vista más alta de Las Bahamas será posible desde Up, Up and Away, un colorido globo que se elevará a casi 140 metros y “Podrá verse desde cualquier punto de la isla y desde los barcos atracados en el puerto”, prosiguió el ejecutivo.
“También tendremos una tirolina de 490 metros de longitud para lanzarse por encima del puerto mientras es empapado por 30 cañones de agua desde un galeón naufragado”, añadió. Mejor dicho, una aventura digna de un parque de diversiones.
«Una serie de destinos insulares privados que sorprenderá a todos los cruceristas, desde el aventurero arriesgado, hasta familias con niños y viajeros que buscan relajarse en una silla reclinable al calor del Caribe.»
La oferta se complementa con Oasis Lagoon que –según sus creadores-, es la piscina “más grande de agua dulce de la región”. Para quienes buscan una playa exclusiva con club house y piscina, está el Coco Beach Club: por una tarifa entre $54 y $99 dólares por persona, da acceso a una cabaña para ocho y a un área de restaurante con cena incluida.
“Además, hay dos playas diseñadas para cada gusto: Chill Island y South Beach. La primera tendrá cabañas frente al mar, mientras que en la segunda se podrá practicar deportes como kayak, zobing, paddle y baloncesto de playa”, confirmó Tracey.
PARQUE ACUÁTICO
Royal Caribbean también reveló que está construyendo un nuevo parque acuático, cuyo uso costará entre $44 y $99 dólares por persona por día. Por un precio más bajo estará disponible un paquete de medio día, mientras que los niños menores de tres años podrán acceder sin pagar.
Usar las sombrillas, kayaks, spa y equipos de snorkel también tendrán cargo. Sin embargo, hay una lista de cosas que serán de cortesía, como la laguna de natación, los toboganes acuáticos, las dos playas y tres restaurantes, así como el uso de un trencito interno y el acceso a duchas.
“El muelle fue –de lejos-, la más grande inversión en la isla”, indica Tracey, al referirse a que los buques de las clases Oasis y Symphony of the Seas, podrán atracar sin problemas en CocoCay.
Se trata de barcos de más de 225.000 toneladas con capacidad para 6.000 personas cada uno. Son las más recientes incorporaciones a la flota de 25 cruceros de la naviera. “Son un 30% mayores que los cruceros más grandes del mundo”, asegura Tracey. “Con esta inversión, nos aseguramos que nuestros barcos más grandes no solo lleguen a CocoCay, sino también a próximos destinos Perfect Day en otras partes del mundo”.
CRUCERISTAS COLOMBIANOS
“El caribe es el destino predilecto de los colombianos a la hora de irse de crucero”, destacó Mauricio Materón, Gerente General de Discover America Marketing, representantes en Colombia de Royal Caribbean y otras navieras.
Para este empresario, que lleva casi 30 años comercializando cruceros, Colombia aporta el 30% de los turistas de cruceros en Latinoamérica, después de Brasil y México. “Las expectativas están al alza”, afirma. “Más del 30% repiten y cuentan a sus familiares y amigos acerca de las ventajas y experiencias que ofrecen los barcos más grandes e innovadores del mundo”.
Aunque no contiene los elementos propios de la cultura, gastronomía e idiosincrasia de lugares caribeños como Gran Caimán, Dominica, Barbados o Jamaica, esta isla privada de 510.000 metros cuadrados, convertida en un parque acuático, bien puede reemplazar fácilmente a cualquier destino tradicional de un crucero.
Estamos frente a un nuevo paradigma en la industria de los cruceros. Una tendencia creciente que se impondrá rápidamente a nivel mundial.
Royal Caribbean conoce el potencial de los destinos privados y CocoCay no será la excepción. De hecho, ya está pensando en comprar y adecuar nuevas islas en otros destinos del mundo.
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