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hadler@stanfordalumni.org

Como es ya bien conocido, a comienzos de este año fueron autorizados en los Estados Unidos once fondos que invierten directamente en bitcoins. Cabe recordar que una criptomoneda es esencialmente un software conformado por series de dígitos. Carece de valor intrínseco, y su precio depende exclusivamente de qué tanto otras personas estén dispuestas a pagar.

No tardaron un suspiro en tomar la delantera los fondos “iShares Bitcoin Trust” (IBIT) de la empresa BlackRock, y el “Wise Origin Bitcoin” (FBTC) de Fidelity, con captaciones que a marzo 15 ya alcanzaban $15.900 y $9.300 millones de dólares respectivamente. Ningún ETF había disfrutado de tan veloz crecimiento, hasta el punto que el de Fidelity ya es el tercero en esa empresa en cuanto a activos se refiere.

El rendimiento de todos estos once fondos superaba el 40% en un mes corrido a marzo 12.

Black Rock y Fidelity ocupan el primer y tercer lugar respectivamente en gestión de activos a nivel mundial. El primero es el más grande administrador de ETFs, con cerca de $3,5 trillones a diciembre 31 del 2023.

Esa enorme acogida tuvo como efecto que el precio del bitcoin se trepara por encima de $71.000 dólares, comparado con cerca de $40.000 al final del 2023, y de $23.000 a finales del 2022. No hay que olvidar, sin embargo, que ya había rondado los $70.000 en noviembre del 2021.

Así como el fondo “SPDR Gold Shares” (GLD) –en funcionamiento desde 2004- almacena físicamente los lingotes de oro en las bóvedas de un banco en Londres bajo la supervisión de un custodio, las “llaves” de los equipos electrónicos donde se almacenan los bitcoins del fondo de “ishares” son manejadas por “Coinbase Custody Trust Company,” su custodio, en sitios de Estados Unidos y Europa cuya localización exacta no es revelada por razones de seguridad.

Su cargo de manejo es de solo 0.12%, aunque algunos competidores los vienen ofreciendo exentos de este cargo hasta por seis meses.

Fondos de futuros
Previo a esta aprobación, ya venían funcionando media docena de fondos con exposición indirecta al bitcoin, por medio del mercado de futuros, los cuales básicamente son una apuesta sobre la dirección de los precios de un activo. Son contratos estandarizados entre dos partes comprometidas a intercambiar un activo en una fecha y un precio predeterminados. Logran de esta manera transparencia en los precios, y altos volúmenes de negociación.

Pero el problema es que esos contratos expiran, y deben renovarse. Cuando hay expectativa de alza en los precios, los nuevos contratos resultan más caros afectando la rentabilidad (fenómeno de contango). Lo que sí se ha establecido es una buena correlación entre los precios correspondientes.

El fondo con mayores activos es el “ProShares Bitcoin Strategy” (BITO,) en operación desde el 2021, con un cargo de manejo de 0.95% y $3.000 millones de dólares en activos. En lo corrido de este año su valorización ha sido de 61%.

El primer fondo de bitcoins
En el 2013 apareció en ese país el fondo “Grayscale Bitcoin Trust” (GBTC,) inicialmente como un fideicomiso que captaba recursos mediante emisiones privadas, abiertas a inversionistas debidamente acreditados. En el 2015 fue autorizado a emitir acciones en bolsa, con un elevado cargo de manejo de hasta de 2%.

Carecía del mecanismo inherente a los ETFs con respecto a la creación y redención de unidades, el cual permite que los precios de las acciones se mantengan muy cerca del valor de sus activos
-además de una gran eficiencia en cuanto a la carga de impuestos.

Sumado a la falta de competencia, sus precios se negociaban con primas -o descuentos- que podían ser muy importantes, y muchas veces con grave detrimento para sus accionistas. De hecho, durante el periodo 2021-2022 sus acciones se negociaban con un descuento que llegó a alcanzar el 50%.

En la práctica, era equivalente a adquirir acciones de un fideicomiso que se dedicaba a negociar bitcoins.

A pesar de todo, el fondo logró retornos anuales superiores al 100% en seis ocasiones (1.557% en el 2017, 220% en el 2020 y 317% en el 2023, por ejemplo), aunque de la mano de importantes pérdidas (60% en el 2014, 82% en el 2014, y 76% en el 2022)

Su rendimiento en lo corrido de este año a marzo 15 ha sido de 78%, con un rendimiento anual a diez años de 56%. A la fecha, sus activos alcanzan $26.000 millones de dólares.

Dentro de los once fondos aprobados a comienzos de este año, figura este fondo GBTC, gracias a un fallo favorable ante una demanda que interpuso, y a pesar de la oposición por parte del actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos a los fondos de criptomonedas. Sus acciones se negocian ahora en el NYSE.

Entre sus quejas: insuficiente reglamentación, falta de claridad en cuanto a su proveniencia, vulnerabilidad al fraude y a dineros oscuros, posible manipulación de los precios. Posteó alguna vez que “invertir en cripto monedas es excepcionalmente especulativo, y con frecuencia muy volátil.”

A partir de este 11 de enero sus acciones se negocian en la bolsa de Nueva York como un bitcoin ETF.

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