‘Estudios sobre el pensamiento colombiano, volumen 1’: segunda edición
El filósofo e investigador colombiano Damián Pachón Soto, profesor titular de la Universidad Industrial de Santander e integrante de la Sociedad Colombiana de Filosofía (SCF), presenta la segunda edición de su libro Estudios sobre el pensamiento colombiano, Volumen 1, de la editorial independiente Desde abajo.
La primera edición de este libro, en el año 2011, continuaba, a su manera, la labor iniciada en el siglo pasado donde surgió el interés de historiar nuestra filosofía. En ese sentido, a nivel regional, este libro se inscribe en proyectos como La evolución de las ideas argentinas de José Ingenieros (1917, 1920) El positivismo en México de Leopoldo Zea (1943), al igual que de múltiples obras sobre las filosofías nacionales en América Latina; a nivel colombiano, de obras como El pensamiento colombiano en el siglo XIX de Jaime Jaramillo Uribe (1965), La filosofía en Colombia. Siglo XX, editado por Rubén Sierra Mejía (1985) y La filosofía en Colombia. Historia de las ideas (1988) editado por la Universidad Santo Tomás, para mencionar algunas.
En el Prólogo a esta segunda edición, Pachón Soto introduce dos nuevas perspectivas: la primera, la del campo filosófico, la cual permite avanzar en la construcción de su Historia social de la filosofía. La segunda, la idea de que esta historia debe visibilizar la filosofía hecha por las mujeres en Colombia. Respecto del primer tema sostiene: el “campo filosófico” es entendido como un ámbito de realidad (X. Zubiri), un recorte de esta; o, como dice Enrique Dussel ‘una totalidad de sentido gracias a la cual el ser humano recorta la infinita complejidad del mundo cotidiano, en su más amplia extensión, en alguna dimensión específica’, en este caso, en la dimensión filosófica”.
Sostiene, además, que todo campo tiene sus actores, prácticas, instituciones, antagonismos, lucha por bienes simbólicos, como dice Pierre Bourdieu. “En el campo filosófico hay agentes como los filósofos, los estudiantes, los amateurs, los no filósofos con interés en la disciplina; instituciones como los centros de investigación, las universidades, los departamentos. Hay prácticas como el «paperfordismo» (la producción serializada de artículos), el «taylorismo filosófico» como normatividad y reglamentación de la vida del filósofo sometido al paradigma del rendimiento y la productividad, el «averroísmo» o comentarismo de obras cumbres del pensamiento, la exégesis; hay bienes simbólicos en disputa como la fama, el éxito, el prestigio, presentándose también el deseo de figuración, los pruritos de originalidad, las envidias, y hasta lógicas inmunitarias –para decirlo con la filósofa Laura Quintana – como el desprecio y el rechazo hacia el diferente, buscando así proteger el feudo intelectual, el autor o la corriente que se defiende o se profesa”.
En cuanto a la segunda perspectiva que hace parte de esta nueva edición, esta tiene que ver con que en Colombia lo normal ha sido “la ausencia de la mujer” en los procesos de producción, institucionalización, creación y difusión de la filosofía. Por eso argumenta su autor que para el año 2011, fecha de la primera edición del libro, “no era muy consciente del patriarcado filosófico y de la desigualdad de género en el acceso a los empleos, de la invisibilización del trabajo filosófico de las mujeres en Colombia”.
Argumenta que una consecuencia de esa ceguera fue la ausencia del pensamiento de las mujeres en estos estudios, aspecto que se subsana solo en el tomo III (en construcción) de Estudios sobre el pensamiento colombiano, si bien el conjunto de artículos publicados en El Espectador bajo el título “Mujeres y filosofía en Colombia” se ocupa de algunas de ellas. Destaca que hoy es claro que filósofas como Lucy Carrillo, Teresa Houghton, Blanca Inés Prada o Magdalena Holguín, han desempañado un magisterio filosófico relevante en el país y han formado a muchos filósofos; al igual que nuevas generaciones como Laura Quintana, María del Rosario Acosta, Andrea Lozano-Vásquez o Amalia Boyer, que cuentan con obra y reflexiones de gran valor. La obra de Quintana merece especial atención por su creatividad, disidencia, pertinencia, por su pensar situado y por la manera cuidadosa y sutil con que aborda los problemas actuales, tal como puede verse en Rabia. Afectos, violencia, inmunidad, (2021) y Política de los cuerpos (2020)”.
Por lo demás, el libro de este pensador colombino es un recorrido crítico y valorativo por la historia de la filosofía en Colombia que arranca en La Colonia, pasa por la Ilustración, el siglo XIX, La Regeneración, la llamada normalización, la segunda mitad del siglo XX, hasta la revisión de pensadores y corrientes que bordean el siglo XXI como Darío Botero Uribe, Rubén Jaramillo Vélez o la Red modernidad/colonialidad/descolonialidad. El lector podrá encontrar estudios críticos sobre Danilo Cruz Vélez, Estanislao Zuleta, Luis Eduardo Nieto Arteta, entre otros.
Este libro se suma a la obra de Pachón Soto, también profesor visitante de la Universidad de Estudios Extranjeros de Kobe (Japón), que se ha dedicado con pasión al estudio del pensamiento latinoamericano y colombiano, las filosofías de la vida (como en su libro sobre María Zambrano) y a la divulgación filosófica (Política para profanos, UIS, 2022 y sus múltiples escritos en la prensa), pues, como dice siguiendo a José Saramago: “La filosofía debería incluirse entre los derechos humanos, y todo el mundo tendría derecho a ella”.
Cabe destacar que la editorial Desde abajo ha difundido gran parte de la obra del filósofo Damián Pachón Soto, como, por ejemplo, Estudios sobre el pensamiento colombiano, Volumen II (2020); Estudios sobre el pensamiento filosófico latinoamericano (2015), Filosofía para prafan@s (2018) y su tesis doctoral (Summa cum laude) El imperio humano sobre el universo. La filosofía de Francis Bacon (2019).
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