A falta de agua: agua y más agua.
Por el momento, todo indica que una fuerte condición invernal seguirá siendo la situación que afectará al país, agravada por la muy alta probabilidad del regreso del fenómeno de ‘La Niña’, informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos.
La noticia es más que preocupante. Teniendo en cuenta que para comienzos de mayo pasado la NOAA anunció el final de este fenómeno que afectó los países del continente americano que tienen costas sobre el océano Pacífico y cuyas alteraciones climáticas se dieron durante diez meses, más exactamente entre abril de 2020 y mayo del 2021.
Vale aclarar que ‘La Niña’, versión 20/21, podría considerarse como ‘atenuada’ en la medida que no dejó consecuencias devastadoras en los países afectados. Para Colombia, ha sido un régimen de lluvias alterado, si bien no para de llover desde ya hace más de un año.
Una vez finalizada esta última ‘La Niña’, se esperaba una temporada seca (veraniega), algo que por el contrario no ha sucedido, las lluvias no cesan y sus efectos ya se sienten: lluvias intensas reportadas en varios lugares del país, crecientes súbitas y tragedias.
Sólo para el mes de agosto, las lluvias han dejado 109 eventos en 85 municipios de 20 departamentos, afectando a 3.226 familias, 2.083 viviendas averiadas y otras 16 destruidas. Cundinamarca, Antioquia, Norte de Santander, Santander, Meta, Sucre, Córdoba y Magdalena han sido los departamentos con mayores niveles de afectación por el actual estado climatológico, reportó la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD).
Pese a las condiciones neutrales que hoy vive el océano Pacífico, dice el último reporte de la NOAA, las probabilidades de tener presencia de un nuevo fenómeno de ‘La Niña’ crecería a medida se acerca el fin de año: del 60% entre julio y septiembre, al 70% entre noviembre y enero del 2022.
“Más allá de que se haya incrementado la probabilidad y de que en algún momento se dé, la oficina del clima de Australia (BOM) aún no señala dicha probabilidad, lo que indicaría un fenómeno ‘ligero’ (débil)”, comentó el meteorólogo, Cristian Euscátegui.
En su más reciente boletín, el Bureau of Meteorology de Australia indicó que las condiciones de ‘El Niño-Oscilación del Sur’ (ENOS) permanecen neutrales con la mayoría de los indicadores oceánicos y atmosféricos dentro del rango neutral. El llamado Índice de Oscilación del Sur (SOI), que recientemente tuvo valores moderadamente fuertes similares a los de ‘La Niña’, ha vuelto a valores neutrales, mientras que la mayoría de las perspectivas de los modelos climáticos indican que es probable que el Pacífico tropical central se enfríe en los próximos meses, pero que las condiciones se mantengan neutrales.
Por su parte, el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen) indicó en su informe de agosto, que el escenario más probable está entre condiciones normales (neutrales) y el inicio de condiciones de un fenómeno de ‘La Niña’, pero de carácter débil.
Por último, la Organización Meteorológica Mundial (WMO), en su informe de finales de julio pasado, indicó que podría producirse un episodio débil de ‘La Niña’. “No se espera que se asemeje al episodio de ‘La Niña’ de 2010/2011, de intensidad moderada a fuerte”.
En resumen, los pronósticos no están consensuados, pero todos los caminos llevan a la presencia del fenómeno de ‘La Niña’ para finales de este año. Es decir, y en buen romance, seguirá lloviendo.
‘La Niña’ es un fenómeno que produce el enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical. Por lo general, los efectos de ‘La Niña’ (alta humedad) son opuestos a los de ‘El Niño’ (periodos de sequía), pero dependen de la intensidad del episodio, la época del año en que se produce, y la interacción con otros factores climáticos.
Durante los últimos 25 años, Colombia ha sido afectada cinco veces por el fenómeno de ‘La Niña’: entre julio de 1998 y marzo del 2001, en un evento que se extendió por 33 meses. Un segundo que ocurrió entre agosto de 2007 y junio del 2008, con una duración de once meses.
Uno más, de mayor e ingrata recordación por lo desastroso, el sucedido entre junio del 2010 y abril del 2011, que ocasionó daños al país por $11,2 billones, reportado en el documento Valoración de daños y pérdidas Ola invernal en Colombia 2010-2011, del BID y la Cepal. Este reportó, entre sus daños mayores, 3,523 millones de hectáreas inundadas, de las cuales 693.065 fueron pastos de ganadería, 416.654 hectáreas de áreas agrícolas, 46.142 de cultivos transitorios y 9.990 hectáreas de cultivos permanentes, entre otros.
Los dos últimos fenómenos de ‘La Niña’ reportados, (el cuarto) sucedieron entre junio de 2011 y marzo del 2012, con una duración de ocho meses, y el más reciente, (el quinto) entre abril de 2020 y mayo del 2021, con una duración de diez meses.
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