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“Tal es la esencia de la heurística intuitiva: cuando nos vemos ante una cuestión difícil, a menudo respondemos a otra más fácil, por lo general sin advertir la sustitución”.
Daniel Kahneman.

El 26 de noviembre se celebra el Día Mundial contra el Uso Indiscriminado de Agroquímicos, para reflexionar sobre la materia y actuar en función de lo que le corresponde a cada país con su realidad.

Daniel Kahneman, psicólogo influyente por sus estudios en comportamiento y en economía experimental, advierte sobre la cultura de miedo que impone la heurística intuitiva, con la cual el cerebro toma atajos mentales para realizar juicios y tomar decisiones inmediatas, sin profundizar y advertir sus impactos.

La pregunta obligada es ¿cómo combatir el uso indiscriminado de agroquímicos? Primero venciendo el miedo y luego, apoyando el desarrollo integral de una agricultura tropical colombiana, con cultivos sanos que respete el medio ambiente y cuide celosamente la salud de los seres vivos, usando de forma adecuada los productos de protección y nutrición de cultivos, en su dosis, en la fuente, en el momento y en el lugar.

Otra pregunta obligada es ¿qué significa desarrollo integral de la agricultura? Trabajar con un proceso de largo alcance, que integre un conjunto de acciones sociales, económicas y ambientales que promuevan la agricultura incluyente, resiliente y sostenible. Debemos trabajar con una mentalidad centrada en las personas y orientada a las soluciones con nuevas formas de colaboración dinámica y una estrategia productiva eficaz.

Por supuesto, no es mágico ni inmediato, pues para desarrollar integralmente la agricultura tropical que tenemos en el país es fundamental la acción participativa de las comunidades y una estrategia como la que venimos experimentando desde 2017, que se denomina Manejo Integrado de Cultivos (MIC).

La estrategia MIC, que ejecutamos con investigación y acción en campo, nos ha arrojado resultados positivos, por los cambios en el comportamiento humano, en las prácticas agronómicas y en la economía de las fincas, resumidos en: reducciones de costos de entre 25 a 35 %; aumentos de rendimientos en cosechas de entre 15 a 120 %; mejoras en la autoestima de los productores al activar su ser empresarial; y comercialización justa de sus cosechas inocuas que cubra los costos y deje utilidades que aumentan por las decisiones empresariales de las asociaciones que aplican efectivamente la economía solidaria.

A lo anterior, las mediciones del uso adecuado de las tecnologías para proteger los cultivos de las plagas, enfermedades y malezas, como la nutrición inteligente en suelos y plantas son reveladoras, porque los productores implementan la autogestión de casi 200 indicadores ambientales, económicos y sociales. Las buenas prácticas obligan el uso preciso de los productos agroquímicos, ni más ni menos, también implica la combinación de productos de síntesis química, con los biológicos, y con controles culturales, físicos, entre otros.

El Día Mundial contra el Uso Indiscriminado de Agroquímicos es para trabajar por la agricultura sostenible permanentemente, con el uso adecuado de estos productos, evitando decisiones inmediatas que sacrifican el agro, como lo hizo Sri Lanka, que vetó estos insumos y postró la agricultura nacional sin cosechas, lo cual aún no logra recuperar.

El Parlamento Europeo rechazó el pasado miércoles la pretensión del no uso de los productos, por los efectos negativos que esto traería para la seguridad alimentaria. Si las regiones que tienen estaciones tienen cuidado de no dejar sin tecnologías a su agricultura, mucho más lo debemos hacer los países que tenemos una agricultura tropical, que goza de todos los climas, plagas, enfermedades y malezas los 365 días del año.

La estrategia MIC es la solución que, por supuesto, implica tiempo, recursos y cambios. No es la estrategia atractiva para las personas que prefieren los atajos mentales y que proclaman decisiones inmediatas sin prever el impacto, sacrificando el desarrollo integral de la agricultura sostenible que merecemos.

Manos a la obra con el MIC, porque el agro, merece tiempo, amor, recursos y mucho trabajo.

Nos vemos pronto.

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