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De acuerdo con un estudio por parte de la firma de investigaciones Morningstar, el retorno promedio anual de las empresas que han conformado el índice S&P 500 desde 1930 hasta mediados del 2012, fue de 9.8%. Los dividendos representaron el 40% de este total, con un rango estable cercano al 3% y 6% al año.

 

El fondo “Cambria Shareholder Yield” (SYLD) da un paso adicional en cuanto a reconocer la importancia de los dividendos. Su jefe de inversiones, el reconocido inversionista Mebane Faber, parte del principio de que el volumen de dividendos, tomado aisladamente, no es el factor con mayor poder de predicción en lo referente al comportamiento de una acción.
 
Para establecer los componentes de este ETF activamente administrado, utilizan dos factores adicionales: el volumen de recompra de acciones por parte de la compañía, y su política en cuanto a reducción de pasivos.  Mediante un algoritmo propio, seleccionan las cien empresas norteamericanas que mejor cumplen este triple propósito, independientemente de su capitalización (siempre y cuando sea superior a doscientos millones de dólares).  Limitan la concentración en cada uno de los sectores, y su cargo de manejo es de 0.59%.
 
Funciona desde mayo del 2013, y de acuerdo con Morningstar, ha acumulado activos por 200 millones de dólares, con un poco menos de 100.000 acciones diarias transadas en promedio (cifras poco apropiadas para quien pretenda especular por medio de este fondo).
 
Sus mayores componentes a la fecha son Southwest Airlines, Mylan Inc (productos farmacéuticos) y Vonage Holdings. Su rendimiento en los últimos tres meses ha sido de 2.22%, en comparación con 0.48% para SDY (dedicado a empresas “aristócratas” en cuanto a reparto de dividendos, que en alguna ocasión consideramos).
 
hadler@stanfordalumni.org
 

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