En la más reciente encuesta realizada por la revista Dinero y la firma Invamer Gallup, a unos 200 empresarios del país, Alejandro Gaviria fue el ministro que recibió la peor calificación: 2,72. ¡Qué vergüenza! La publicación le puso ‘El deslucido’.
Pero para Negocios y Movidas no es ninguna sorpresa. Aquí denunciamos que el Ministro de Salud no tenía ni idea dónde estaba parado. Y pocos días después de eso más de 100 médicos, investigadores, académicos y especialistas de la salud de todo el país se le vinieron lanza en ristre. En una dura carta lo aterrizaron en torno a la verdadera y crítica situación por la que atraviesa el sector en Colombia.
Lo que más indignó a los profesionales en su momento, es que el Ministro, en una entrevista con Yamid Amat, para El TIEMPO, dijera de la manera más desparpajada que en Colombia no había crisis de la salud ni crisis en la prestación de los servicios. Hágame el favor ¡!!!!
Y es que el señor no se ayuda. Tras de que no conoce el tema, el engreído Ministro se ha empecinado en adelantar una reforma al Sistema General de la Salud a espaldas de todo el mundo y tratando mal a quienes lo cuestionan al mejor estilo del ex presidente Uribe. Es el proyecto de reforma que menos socialización ha tenido con los gremios, con los médicos, con los académicos, con los investigadores y con los usuarios del sector de la salud.
Y ahora que se conoce la encuesta de Dinero, la Federación Médica Colombiana (FMC), que ha sido uno de las agremiaciones que más ha cuestionado al despistado Ministro, volvió a criticar su gestión. Asegura la FMC que no solo el Gobierno le está buscando una salida digna, sino que ahora, para tratar de subir la imagen de su desprestigiada labor, volvió a cambiar su posición (ya lo ha hecho en repetidas oportunidades) en torno a la reforma que él solo está llevando a cabo, tomando propuestas que ya le habían hecho desde el denominado Movimiento Nacional por la Salud y que había desestimado.
“La precariedad de la situación del ministro Gaviria llegó hasta el punto que en los pasillos del Palacio de Nariño y en los mentideros políticos cercanos a la Presidencia de la República se estaba contemplando la posibilidad de enviarlo, prontito, a engrosar una lista para el futuro Congreso, para darle una salida digna”, sostiene el vicepresidente de asuntos gubernamentales de la FMC, Germán Fernández Cabrera.
Agrega que el Ministro, una vez que conoció la encuesta, salió corriendo a todos los medios a tratar de cambiar su imagen revelando detalles “sobre lo que él y el Gobierno Nacional proponen será el nuevo Sistema de Salud. Y cambia, otra vez, como lo hace a menudo, su discurso, esta vez tomando algunos de los elementos conceptuales que viene exponiendo, desde hace tiempo, el conjunto del Movimiento Nacional por la Salud, para redecorar su propuesta”.
Según Fernández, en el discurso que difundía hasta hace dos semanas el Ministro empleaba todas sus fuerzas en mantener y sostener a toda costa y a todo costo a las EPS. “Les reajustó la UPC a las EPS del Régimen Subsidiado, sin medidas adicionales para que ese reajuste llegara a los prestadores de los servicios, de hecho apalancando financieramente a los defraudadores de la salud y dejando a clínicas y hospitales mirando un chispero”.
Según denunció la FMC, Gaviria permitió reajustes insólitamente altos en las tarifas de la medicina prepagada, afectando a quienes buscaban un mejor servicio de salud. “Quería limitar el derecho constitucional a la tutela como medio de defensa de la población, colocando adicionales trabas administrativas para acceder al procedimiento. Defendía la integración vertical y buscaba ampliarla dándole a las EPS el primer nivel de atención, además de las actividades de Promoción y Prevención cuyos recursos ya manejan. Quería fortalecer el aseguramiento privado en toda la extensión del régimen contributivo a expensas del aseguramiento social que consagra la Constitución Política”.
Estamos en la olla. Dos sectores tan importantes para el desarrollo de políticas públicas para mejorar el nivel de vida de millones de colombianos que pertenecen a los segmentos más vulnerables de la población: Salud y Educación, están en manos de los ministros más ineficientes de la administración del Presidente Santos.
Ojalá el Presidente reaccione y ordene cambios urgentes en esas dos carteras que le restan imagen y credibilidad frente a su buena voluntad de hacer grandes cabios en Colombia. Porque esos dos, definitivamente, no ayudan para nada.
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