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El Huila es el principal productor y exportador de tilapia (mojarra) del país. Desde este departamento se cubre la mayor parte de la demanda nacional. Por eso esta actividad se ha constituido en uno de los principales renglones de la economía huilense, después del café y del arroz. Y esto es debido a que alrededor de la Represa de Betania se ha logrado consolidar toda una industria en la que se han invertido unos  200.000 millones de pesos en los últimos 25 años.

 

Sin embargo, el llenado de la represa de El Quimbo, que se nutrirá de las mismas aguas del río Magdalena que también abastecen a Betania, pondrá en peligro a esta importante industria regional y nacional.

 

Y todo, debido a que la licencia ambiental que se le otorgó a este nuevo proyecto hidroeléctrico permite reducir el caudal del río a tan solo 37 m3 por segundo, cuando su caudal promedio anual es de 170 m3 por segundo.

 

De darse esta circunstancia, según la Asociación de Piscicultores del Huila,  se generaría una catástrofe ambiental y económica pues ocasionaría la mortalidad de los peces que se cultivan en jaulas especiales de 400 metros cuadrados, debido a la drástica disminución del caudal y por ende del  volumen de oxígeno.

 

Este hecho ha generado una fuerte tensión entre los piscicultores huilenses, Emgesa (constructora de El Quimbo), la Autoridad Nacional Pesquera y Acuícola (AUNAP), la Gobernación del Huila y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Debate en el que también han entrado a terciar los ministerios de Agricultura, Comercio y Medio Ambiente para encontrarle una pronta solución al problema.

 

La producción piscícola del departamento del Huila, según cifras de la Secretaria de Agricultura, ascendió a 37.194 toneladas en 2013, de las cuales 35.429  toneladas corresponden a las especies de tilapia roja y negra. De estas, 2.907 (25%) se destinaron a las exportaciones de filete, principalmente hacia los Estados Unidos, las cuales ascendieron el año pasado a 23,6 millones de dólares, unos 47.000 mil millones de pesos. Las restantes 26.528 toneladas atienden el mercado nacional.

 

La salida

 

Por eso la crisis que se generaría en el sector agropecuario con la aniquilación de la producción de tilapia del Embalse de Betania tendría eventualmente unas consecuencias económicas y sociales inmensas.  Por esta razón los piscicultores han propuesto una alternativa de producción en tierra, con la ayuda del Estado, para disminuir la carga producida en Betania a un nivel en el cual el mismo ecosistema permanezca en equilibrio.

 

En este sentido, el objetivo es producir 24 mil toneladas en tierra, de las cuales 13 mil suplirían una eventual reducción de la capacidad de carga del embalse. De esta manera el destino de la producción conservaría el mismo comportamiento de los últimos años: 25% para exportación y 75% para el mercado nacional. 

 

El proyecto costaría unos 45.000 millones de pesos, incluyendo la compra de unas 1.012 hectáreas, de las cuales 750 se convertirían en espejos de agua para el cultivo de la mojarra. 

También incluye la construcción de un distrito de riego, diques y demás infraestructura necesaria para la movilidad y el buen desarrollo de la actividad piscícola.

 

La propuesta ya está en manos del Gobierno nacional, el cual tendrá que decidir sí protege o no a esta importante industria regional y nacional, o permite que desaparezca el clúster de producción piscícola más importante del país.  

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