Increíble. Entre abril del 2014 y abril del 2015, el ICETEX pagó honorarios por 7.000 millones de pesos a las empresas que se encargan de los cobros jurídicos de la institución.
Recursos que han salido de los estudiantes y de las familias colombianas con más bajos ingresos del país, y que han tenido que acudir al ICETEX en busca de recursos para poder estudiar una carrera tecnológica o universitaria, pero que se colgaron en los pagos o no pudieron terminar sus estudios.
Nadie controla la manera como trabajan y manejan las carteras estas casas de cobranza del ICETEX, varias de las cuales se valen de toda clase de artimañas y acosos que rayan en el constreñimiento y la ilegalidad, como lo denunció hace unos días el Canal Caracol que mostró como una de ellas amenazó con no dejar salir del país a los deudores del ICETEX. INSÓLITO.
Por lo mismo resulta igualmente incomprensible que la ministra de Educación, Gina Parody, se oponga intransigentemente al proyecto de ley del representante a la Cámara y director de Cambio Radical Rodrigo Lara Restrepo, que busca eliminar el cobro pre jurídico de los créditos del ICETEX, rublo con el que se quedan las casas de cobranza, y con lo cual se beneficiarían más de 90.000 acreedores que están con el agua al cuello a lo largo y ancho del país.
Noticias del Canal Caracol también denunció hace unos días que el ICETEX llevaba seis años cobrándole el crédito educativo a una mujer en coma. “La joven, que quería ser psicóloga, quedó en estado vegetativo por aparente negligencia médica. La deuda inicial de $2 millones ya va por los $40 millones”, reveló el informe.
(https://www.facebook.com/NoticiasCaracol/videos/1090033487713917/)
Afortunadamente cada vez son más los medios que se han unido a esta causa. Además de las decenas de denuncias y de casos que hemos expuesto aquí en Negocios y Movidas, como la de la profesora con cáncer a la cual nunca le condonaron su deuda, Claudia Morales en Semana.com y Felix de Bedut en ‘Feliz Regreso’ en W Radio también han hecho denuncias muy graves acerca del despelote y del negocio en que se han convertido las carteras morosas del ICETEX. A lo que se suman informes de portales como ‘La Otra Cara’ que dirige el periodista Sixto Pinto y Blu Radio, entre otros.
Fernando Calao, el secretario general de la Asociación de Usuarios de Créditos Educativos (ACUPE), quien ha librado una dura batalla para defender a los usuarios que se han quedado colgados con los pagos, señala que es inaudito que estas empresas se estén enriqueciendo a costilla de los estudiantes y de las familias más pobres del país.
“Esto solo se ve en Colombia. Estamos hablando de que solo en un año se embolsillaron 7.000 millones, producto de unos contratos que fueron cuestionados por la propia Contraloría, y donde los afectados son estudiantes, muchos de los cuales se quedaron sin terminar sus estudios, sin vida financiera y crediticia, sin empleo y acosados hasta el constreñimiento. Que por favor alguien revise esos contratos y la manera como fueron adjudicados y estructurados”, advierte Calao.
Siguen llegando cartas
Todos los días me llegan a mi correo casos increíbles de usuarios del Icetex, como el que me cuenta Darío Pantoja, un joven campesino desplazado, mejor bachiller y que obtuvo 7 matrículas de honor de las nueve posibles en la universidad, y que demuestran como todo está patas arriba en el ICETEX, y que anexo a continuación:
“Buenos días. Estuve leyendo un caso acerca de ICETEX publicado el 26 de marzo de 2014. Agradezco a personas como usted quienes son el medio para dar a conocer nuestras experiencias de inconformidad frente a entidades como la mencionada. Quisiera que me colabore dando a conocer este caso para que muchos jóvenes realmente se enteren de la realidad. Mil gracias de nuevo.
Mi nombre es Darío Pantoja Guevara. En el año 2009, inicié a estudiar en la Universidad de Nariño, adscrito al programa de ingeniería agronómica. Fue mi felicidad saber que por ser joven rural y por estudiar una carrera afín al campo, recibiría beneficios ante un posible crédito con ICETEX. Dudé mucho en solicitarlo puesto que me habían infundido miedo sobre dicha entidad, pero la necesidad me obligó a hacerlo ya que por ser desplazado por la violencia, no tenía recursos para continuar mis estudios y de no hacerlo debería tomar la decisión de retirarme.
Para el año 2010 ya estando en tercer semestre, empecé a tramitar un crédito y gracias al esfuerzo logrado en la institución de secundaria se presentó la posibilidad que además de ser joven rural, desplazado por la violencia y por haber obtenido el mejor desempeño tanto como bachiller y el resultado ICFES para ese entonces, pensé que era la oportunidad ideal para obtener el crédito por la línea “mejores bachilleres” y recibir algún beneficio al finalizar mis estudios profesionales.
Para el semestre A de 2011, estando en cuarto semestre, el crédito fue aprobado por un monto de 4 salarios mínimos para sostenimiento puesto que dependería 100% de ese crédito.
Para el semestre A de 2012 se me informó a través de un correo electrónico que por ser estudiante de bajos recursos, se me asignaba un subsidio de algo más de un salario mínimo semestral. Fue así como me dirigí a ICETEX para preguntar si evidentemente era verdad. Me confirmaron y me entregaron una carta para que me dirija a las oficinas del Banco Popular de la ciudad a retirar una tarjeta con la cual podría reclamar dicho beneficio. En repetidas ocasiones me acerqué a esa entidad bancaria a preguntar por mi ayuda en donde me respondían que esa tarjeta se había devuelto a ICETEX y que había sido perforada. De las oficinas de ICETEX me volvían a mandar al banco diciendo que ellos eran los responsables de entregarme la tarjeta. Lo cierto es que no recibí nada de ese beneficio. Ante esos hechos, me dirigí a ICETEX a través de un derecho de petición donde la respuesta fue el anexo de una carta diciendo que el problema ya se había solucionado, pero en ningún momento el banco me dio respuesta.
Dando por perdido ese beneficio, continué con todo mi empeño en la universidad para lograr resultados que fueran requeridos en el momento de otro beneficio.
Peor sorpresa cuando aun realizando mi pasantía empresarial en el mes de octubre de 2014 y antes de 2 meses de graduarme, empiezan a cobrarme las cuotas que la misma entidad fijó. Por esa razón inmediatamente me acerqué a las oficinas de ICETEX para informar que aún no terminaba mis estudios que por qué habrían de cobrarme? Que en dónde estaba el periodo de gracia que habían prometido? La respuesta fue que eso no dependía de ellos que debía pagar o pagar. Y me tocó empezar a rebuscar de donde sea.
Una vez culminado los estudios, nuevamente me dirigí a sus oficinas expresando que si tenía beneficio alguno por ser desplazado, joven rural, mejor bachiller, y por haber obtenido 7 matrículas de honor de las nueve posible en la universidad. La respuesta fue “ninguno, traiga los resultados de la prueba de la educación superior y si es primero a nivel nacional, hablamos.”
No sé si este sea un caso similar de muchos estudiantes en el país que desaniman a cualquiera. Hoy me pregunto, cómo es posible que se engañe de esa manera?¿ dónde se ve recompensado el esfuerzo de nosotros los estudiantes?¿ cuantas de muchas historias de más tendrán el mismo final?”
O como el de María Soraida Osorio:
“Buena noche
Mi hombre es Maria Osorio, hace unos años solicite al Icetex un préstamo estudiantil para pagar 4 semestres de mi carrera en la UCC. Para ese entonces el préstamo fue de 5 millones; el Icetex le pasó mi cuenta a León Asociados para que ellos realizaran los respectivos cobros. Ya he pagado 7 millones de pesos y solicite una relación de mi historia y me encuentro con que aun debo 6 millones de pesos. Me urge que por favor me ayuden con mi caso. Que puedo hacer?
Respóndales ministra Parody…
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