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La pandemia ha hecho que el sector de la salud haya tenido que dar en pocos meses un salto tecnológico inimaginable, que quizás estaba previsto para muchos años más adelante.

De esta manera hemos visto como, a través de la digitalización y la adquisición de mejores sistemas y software, muchos procedimientos rudimentarios en pocos días fueron cosa del pasado.

El sector salud a nivel mundial se vio enfrentado a adaptarse y adaptar sus procesos a una nueva realidad, la cual implicó el aumento en consultas virtuales, entrega de medicamentos a domicilio, toma de exámenes en casa y lectura de los mismos a distancia.

Retos ante los cuales la industria nacional de software ha estado a la altura con soluciones rápidas y eficientes.

Cabe destacar que Colombia es autosuficiente en cuanto a tecnología para los sistemas de salud y de información, ventaja que le ha permitido al país tener un abastecimiento tecnológico para suplir necesidades de sistematización en el ámbito clínico en estos tiempos de pandemia, garantizando información a la mano y una respuesta a la crisis de manera inmediata.

Por esta razón varios empresarios le están pidiendo al gobierno la materialización de un apoyo más significativo y concreto a esta industria nacional.

En este sentido, por ejemplo, Gustavo Torres, director de la vertical de salud de Digital Ware, sostiene que este apoyo es fundamental para seguir desarrollando una industria digital colombiana fuerte, que continúe ayudando a resolver problemas en el sector salud y, adicionalmente, permita exportar y jugar en ámbitos diferentes a nivel mundial.

“No se necesita un gran capital para lograrlo, porque lo que se requiere es creatividad, conocimiento y talento, y eso lo tenemos”, sostiene.

Dentro del apoyo que el sector creador de software pide al Gobierno, está la implementación de una regulación o política de protección de esta industria, generando un control más efectivo sobre las compañías extranjeras que quieran vender sus productos en el país.

Al respecto, Torres señala que la base de las utilidades en la transferencia de precios de las empresas extranjeras es mínima, y por consiguiente pagan menos impuestos y no dejan recursos en el país.

“Esta situación genera que el país de procedencia gane y crezca, pero que el nuestro no evolucione, cuando tenemos todo el potencial para ser un mercado competitivo que ayude al desarrollo y la reactivación económica del país. Por eso la mirada del Gobierno se debe centrar en las empresas colombianas que hoy por hoy también han cobrado importancia en otros países por la calidad de software, al igual que otros productos de exportación”, advierte el directivo.

Sostiene, además, que si hay algo que debemos reconocer es que no tuvimos que hacer fila o estar en lista de espera para conseguir tecnología, al contrario, muchas compañías creadoras de software avanzamos con soluciones para ayudar al sistema de salud.

“Países como Ecuador, por ejemplo, sí se vieron en la necesidad de buscar ayuda extranjera, para ser más exactos colombiana, porque ellos no son fuertes en la región en el desarrollo de software” asegura Torres.

El lío de la interoperalidad

En el marco de la prestación de servicios de intercambio de información de manera interoperable, si bien el Gobierno afirma ofrecer un modelo de madurez, todavía hay un gran reto en garantizar simultáneamente la atención del paciente y la sostenibilidad de los sistemas de salud, lo cual está determinado por el desarrollo de la interoperabilidad.

“El tema de interoperabilidad sigue sin resolverse, todavía hay mucho que trabajar. Se necesita una decisión más firme del Gobierno para estandarizar y hacer que la industria tecnológica cubra y cumpla esos estándares. Además de definir decretos y regulación que le haría un bien inmenso al sector salud y sobre todo a los pacientes: si los sistemas no conversan, los recursos se diluyen”, puntualizó el director de la vertical de salud de Digital Ware.

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