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Montelobos, un potente mezcal artesanal con mucha ancestralidad y elevada complejidad.
Celebrar los abundantes sabores y aromas de un agave orgánico para establecerlo como una bebida de lujo única en su especie. Así, más o menos es el desafío que enfrenta Campari Group al posicionar Mezcal Montelobos en la mente del consumidor.
Posicionado a nivel mundial como uno de los mezcales más vendidos del mundo y considerado un ícono de la moda, Montelobos es producido artesanalmente y su historia se remonta a las tierras fértiles de Oaxaca y Puebla, poblaciones impregnadas de misterio y rituales alrededor del espíritu del lobo, asegura Nicolás Restrepo, gerente de marca de Campari Group.
«Montelobos en producido artesanalmente en las tierras fértiles de Oaxaca y Puebla.»
Sigamos la pista. Resulta que Montelobos fue creado por dos especialistas en agave: Iván Saldaña, PhD en Botánica, y Don Abel López Mateos, mezcalero de quinta generación.
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“Cuenta la historia que la visión de Saldaña fue crear un mezcal con un mosaico de equilibrio y complejidad tales que permitiera celebrar las características de la planta de agave”, prosigue Restrepo. “Su ambición era que cualquiera que lo probara pudiera descubrir algo nuevo cada vez en el espíritu distintivo y en capas”.
Nicolás Restrepo, gerente de marca de Campari Group.
Para ello, se crearon cuatro líneas distintivas: Tobalá, una mezcla joven sin crianza con aromas a limón, pimiento verde y pera; Pechuga, destilado con pechuga de pavo, frutas de temporada y especias; Ensamble, la unión de variedades distintas de agave; y, Espadín, con matices equilibrados y notas cítricas con especias. Esta última, la bebida que origina este post.
FERMENTACIÓN SALVAJE
Lo primero que llama la atención es su botella cuadrada con tapa en madera y tonalidad grisácea. “Es que Mezcal Montelobos tiene el equilibrio perfecto que debe existir entre los cuatro perfiles de sabores básicos del mezcal artesanal: Agave verde, agave cocido, madera de humo y fermentación salvaje”, remarca Nicolás Restrepo.
Y por eso, la botella tiene relación con estos 4 aspectos: “Por eso se hizo cuadrada, justo para demostrar ese equilibrio del mezcal”, dice. “El color de la botella es gris, para simbolizar el humo del proceso del mezcal, mientras que su tapa es redonda y grande para representar la piedra tahona, que se usa en el proceso de la producción al momento de moler el agave cocido”.
Precisamente tal filosofía es la que Campari busca imponer como una bebida de lujo, tomando como punta de lanza su elaboración artesanal y su tradición, repleta de ritos ancestrales.
«Agave verde, agave cocido, madera de humo y fermentación salvaje, los sabores básicos del mezcal».
PENETRACIÓN EN A&B
Según el ejecutivo, en 2022 se estampillaron en Colombia 13.000 cajas de todas las marcas de mezcal que se venden localmente, “Esto nos muestra un buen numero de cajas y un crecimiento año a año de la categoría. Sin embargo, educar al mercado colombiano sobre el consumo de mezcal es una responsabilidad de todas las compañías que producen y distribuyen la categoría en el país”.
“Esto se logra mediante catas y degustaciones regulares realizadas por nuestros amigos y colegas que trabajan en la industria y en las barras de los bares y restaurantes a través de bartenders, para transmitir de una manera responsable y clara sobre lo espectacular de esta categoría”, dice Nicolás Restrepo.
Durante 2023, el equipo de marketing de Campari en Colombia en enfocará en distribuir la marca en las principales cuentas claves de bares y restaurantes, así como en supermercados. Además, “trabajaremos de la mano con nuestros aliados del on-premise para desarrollar las mejores cartas de cocteles con Mezcal Montelobos para que los consumidores puedan tener una rica experiencia con la marca y se enamoren cada vez más de esta categoría y de Montelobos”, destaca.
Ya se consigue en Colombia en bares como Huerta, en Bogotá, El Barón, en Cartagena de Indias, o La Octava, en Medellín. También se ofrece en el restaurante Rancho MX (Cajicá), en Colosal (Medellín), y en Nueve, así como en tiendas retail a un precio de venta de $290.000.
«Está disponible en bares como Huerta en Bogotá, El Barón en Cartagena o La Octava, en Medellín.»
La intención de la marca es continuar educando al consumidor en una categoría nueva en el país. El esfuerzo se concentrará en catas en bares y restaurantes para explicar su origen, atributos y al mejor forma de consumirlo.
“Y seguramente para temporada de fin de año seguiremos desarrollando diferentes actividades de marca en cada uno de los canales para seguir educando y creciendo en esta categoría”, finalizó Restrepo.
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