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Ad portas de finalizar este maravilloso 2018, les cuento que este año fortalecimos la forma de trabajar con los adultos rurales, rompimos esquemas y logramos el uso adecuado de los insumos que protegen y nutren los cultivos.
Fortalecimos la andragogía que es muy efectiva para reaprender, porque en realidad a los adultos nos cuesta hacerlo. Cada vez son más actores de la agenda agrícola de diferentes regiones, e incluso de otros países, los que hemos vivenciado con esta metodología. Comprobamos que hay una gran diferencia cuando los cambios en los hábitos se dan con motivaciones intrínsecas, es decir, por convencimiento propio, como lo logra la andragogía.
Es muy motivante ver a los agricultores implementando el Manejo Integrado, protegiendo su cultivo de las plagas, enfermedades y malezas adecuadamente, cambiando la dieta nutritiva para el mismo, rompiendo esquemas con logros inmediatos en la productividad y calidad de sus cosechas.
Los actores que nos interesamos en la andragogía transitamos por un esquema derivado de la psicología, con una batería de efectos y conceptos como son las inteligencias múltiples, la autoeficacia, la autorrealización, la profecía autocumplida, entre otros. Un abanico de alternativas que nos instruyen sobre la actuación y el hacer de los adultos.
CuidAgro y Mentes Fértiles, los dos programas de Procultivos ANDI, vestidos de andragogía 100%, trabajan efectivamente con agricultores, profesionales, técnicos y otros actores, interesados en la protección y nutrición de cultivos.
Seguiremos trabajando por el talento humano de nuestros agricultores, porque merecen ganar justamente por su excelente labor y deliciosas cosechas.
Faltan manos, tiempo y recursos para llevar la andragogía a todo el país, por eso seguiremos nuestro trabajo en compañía de los aliados que deseen fortalecer la labor en el ser humano y optimizar el acompañamiento a nuestra agricultura para, cualificar su acción y actuar en los cultivos.
¡Gracias y nos vemos pronto!
